Kyrie Irving, la estrella de los Dallas Mavericks, ha tenido un inicio desastroso en las Finales de la NBA de este año. Con un rendimiento de tiro combinado de 13 de 37 en los dos primeros partidos, las expectativas de su equipo y los fanáticos están en suspenso. Después de disparar un impresionante 42,1% desde la línea de tres puntos en las tres primeras rondas de los playoffs, Irving no ha logrado convertir un solo triple contra los Boston Celtics, lo que preocupa enormemente a la franquicia de Dallas.
Irving necesita mejorar drásticamente su juego para darle a los Mavericks una oportunidad real de recuperarse de un déficit de 2-0, una hazaña que sólo han conseguido cinco equipos en la historia de las Finales de la NBA. El contraste con su compañero de equipo Luka Doncic es evidente. Doncic ha cumplido con creces, superando al máximo anotador de Boston, Jaylen Brown, por casi 10 puntos en los dos primeros juegos. Sin embargo, el problema radica en que los siguientes cinco máximos goleadores han sido todos jugadores de los Celtics, subrayando el dicho de que el mejor equipo siempre vence a las estrellas individuales.
Irving podría ser la solución para contrarrestar el enfoque de “puntuación por comité” de Boston si logra recuperar la forma que mostró en las rondas anteriores. Tras la derrota del Juego 2, Irving expresó su frustración por su bajo rendimiento. “Estoy un poco decepcionado conmigo mismo por no poder aprovechar muchas más oportunidades”, declaró Irving a los periodistas. “Al enfrentarme a Jrue Holiday y Jaylen Brown, a veces siento que tengo la ventaja en ciertas posesiones. Sólo tengo que convertir. Siguieron empujándome hacia mi lado izquierdo. Necesito hacer los ajustes. Tengo que jugar mejor.”
A pesar de los desafíos actuales, algunos seguidores han bromeado sobre la “maldición de Lucky”, refiriéndose a un incidente en el Juego 5 de la primera ronda de los playoffs de 2021, cuando Irving pisoteó la mascota de los Celtics después de la victoria de los Brooklyn Nets. Desde entonces, Irving no ha ganado un partido en Boston, alimentando las supersticiones sobre su mal desempeño en ese lugar.
Hace ocho años, Irving jugó un papel crucial junto a LeBron James para que los Cavaliers remontaran una desventaja de 3-1 en las Finales. Ahora, los Mavericks y Luka Doncic necesitan que Irving vuelva a ser esa versión dominante de sí mismo para tener alguna esperanza de superar a los Celtics.