En un emocionante encuentro de pretemporada, los Phoenix Suns derrotaron a Los Ángeles Lakers 118-114 en el Acrisure Arena. A pesar de la derrota, la atención estuvo en un momento histórico: LeBron James y su hijo Bronny compartieron cancha, convirtiéndose en el primer dúo padre-hijo en jugar juntos en un partido de la NBA. Este suceso quedará marcado en los libros de la liga, mostrando la longevidad y el legado de LeBron en el baloncesto profesional.
LeBron no decepcionó en su actuación, demostrando por qué sigue siendo uno de los mejores de la liga al sumar 19 puntos, cinco rebotes, cuatro asistencias y dos bloqueos en tan solo 16 minutos. Su hijo, Bronny, por su parte, se mostró con la energía propia de un joven que busca dejar su huella en la NBA, algo que seguramente veremos en futuras temporadas. Este juego fue un avance emocionante para el futuro de los Lakers y, en especial, para la familia James.
Lebron and Bronny James are officially the first father-son duo to play in a NBA game on the same team together. pic.twitter.com/riTKKOFJBB
— Lauren Jones (@LoJoMedia) October 7, 2024
El debut del nuevo entrenador, JJ Redick, también fue otro punto clave de la noche. Redick, conocido por su habilidad desde la línea de tres puntos durante su tiempo como jugador, ahora dirige a un equipo con gran talento y promete una nueva era para los Lakers. A pesar de los errores y las pérdidas de balón que costaron el partido, Redick se mostró satisfecho. “La primera mitad fue muy buena en defensa. Movimos el balón bien y conseguimos buenos tiros”, comentó el técnico. “Es cierto que las pérdidas de balón fueron un problema, pero hay mucho de lo que estar contento”.
El duelo entre las estrellas del Pacífico, con nombres como Kevin Durant y Devin Booker por parte de los Suns, fue intenso. Los Lakers tuvieron un buen arranque y lideraron por 12 puntos en la primera mitad. Sin embargo, los tiros desde la línea de tres fueron una piedra en el zapato para el equipo, con un bajo 27,5% de efectividad. Comparado con el 41% de los Suns, fue un factor determinante en el resultado.
El próximo desafío para los Lakers será enfrentar a los Milwaukee Bucks, y Redick espera que el equipo continúe mejorando en aspectos clave como la defensa y la precisión en los triples. “Hacer 40 triples en un partido es bueno; la meta es acertar más”, expresó. La energía y esfuerzo que mostró el equipo bajo su mando auguran una temporada llena de emociones para los fanáticos.