La Liga de Naciones de Concacaf 2025 nos regala un emocionante cruce de semifinales entre Estados Unidos y Panamá, un partido que marcará el destino de ambas selecciones en la competición.
Estados Unidos: Favorito, pero con bajas clave
El equipo dirigido por Mauricio Pochettino llega como el gran candidato, pero con problemas en su alineación. La ausencia de jugadores clave como Ricardo Pepi, Folarin Balogun y Jordan Pefok podría pasar factura. Sin embargo, la experiencia y calidad de Christian Pulisic, Brian White y Diego Luna dan esperanzas a los estadounidenses.
Pochettino, consciente de la presión que enfrenta, ha dejado claro que su equipo está listo para competir:
“El fútbol es fútbol y queremos ganar. No podemos mezclarlo con la política, nuestra meta es destruir deportivamente a Panamá y jugar otra final.”
Panamá: Hambre de gloria y revancha histórica
Bajo la dirección de Thomas Christiansen, el equipo panameño quiere romper su techo histórico. En la pasada edición del torneo terminaron en cuarto lugar tras caer ante México y Jamaica. Ahora, la misión es clara: clasificar a la final por primera vez.
Christiansen no oculta su ambición:
“No nos podemos conformar con un cuarto puesto otra vez. Queremos hacer historia y para eso hay que vencer a Estados Unidos.”
Panamá tiene jugadores experimentados y talentosos que pueden marcar la diferencia y competir de igual a igual.
Historial y claves del partido
En los últimos nueve enfrentamientos, Estados Unidos domina con seis victorias, mientras que Panamá ha ganado dos y han empatado una vez. Sin embargo, en los torneos recientes, Panamá ha demostrado que puede competir, venciendo a EE.UU. en la Copa Oro 2023 y la Copa América 2024.
🔑 Puntos claves del partido:
Ausencias en EE.UU.: ¿Podrá suplir Pochettino la falta de sus delanteros estrella?
Estrategia panameña: ¿Se cerrará atrás o buscará presionar alto?
El factor Pulisic: La estrella del Milan puede inclinar la balanza en cualquier momento.
Panamá tiene una gran oportunidad de hacer historia, pero Estados Unidos sigue siendo el rival a vencer.