Inicio estas palabras con una curiosa anécdota. Al mediodía de este miércoles escuchaba un noticiero en radio que anunciaba la derrota por 9-0 de Almendra. Le expliqué a la persona que estaba a mi lado que la única opción de medalla para Alvis era un bronce si su vencedor avanzaba de rondas y lo “arrastraba”. Un sistema que se suele ver en este tipo de citas para deportes de combate. Un par de horas después la noticia “Alvis Almendra consigue medalla de bronce en lucha grecorromana".
Se me hinchó el corazón de alegría, porque más allá de que no conozco personalmente a este policía y luchador veragüense, por varias notas del corresponsal Heriberto Concepción he seguido la trayectoria desde un poco antes de su inesperada medalla de plata en los Juegos Panamericanos Toronto 2015.
La euforia fue tal que caravana hubo desde Tocumen hasta la sede de la Policía Nacional en Ancón, y luego otra en su natal Veraguas.
Su ausencia de los Juegos Olímpicos Río 2016 fue una cosa vergonzosa. Llegó a un aeropuerto para un clasificatorio y resulta que no tenía la visa para ingresar a Mongolia. ¿Dónde estaba ese presidente de esa federación? No pasó absolutamente nada. Su nombre es Ángel Riera.
Almendra inició este nuevo ciclo olímpico y los resultados positivos siempre estuvieron. Oro en los Centroamericanos de Managua en 2017, bronce en los Sudamericanos de Cochabamba en 2018, pero una lesión se metió en su camino. Un problema cervical complicó al cabo primero de la Policía Nacional.
Pero ese no es el único inconveniente para Almendra, de 31 años de edad, pues mientras otros atletas élite panameños hacen carrera fuera de fronteras, él se las ingenia porque el gimnasio Eduardo Campbell en Santiago tiene casi dos años clausurado por una remodelación que vaya a saber cuando culmine.
En una entrevista a Bitácora Deportiva, el humilde Almendra dijo que tuvo que “improvisar en sus entrenamientos” y ahora tuvo que prepararse hasta en el mercado público de Santiago. ¿En serio? Tiene que ser una broma, pero en este país estas cosas suceden, y hasta se vuelve rutinario.
Esa presea de bronce vale más que cualquier oro. Prácticamente es invaluable para él, pero lamentablemente también sirve como bocanada de oxígeno para dirigentes que venden falsas esperanzas y apadrinan la sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2022 sabiendo que la preparación de atletas será mucho más complicada que construir nuevos coliseos. Ha sido una década lamentable con la cifra de 7 directores generales de Pandeportes en 10 años, sin contar al que acaban de nombrar. Además de las disputas que hubo entre Pandeportes y Comité Olímpico que tienen hasta un efecto retardado en el rendimiento de los deportistas.
Lo de Alvis es igual de magnifico que Durán, Pincay, Saladino, Rommel o Mariano. Entró a un selecto grupo de panameños con medallas en dos o más citas panamericanas y aquí no hay otra explicación que el sacrificio total de un atleta, a pesar de las deficiencias del sistema. No te merecemos Alvis.
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Panameños medallistas múltiples en Juegos Panamericanos
— Comité Olímpico PAN (@COlimpicoPanama) August 8, 2019
Ángel Famiglietti, Lev. Pesas
🥈1955
🥈1959
Eduardo Campbell, Lucha
🥉1959
🥈 1963
Loraine Dunn, Atletismo
🥈1959
🥉 1963
Idelfonso Lee, Lev. Pesas
🥉1963
🥉1967
🥇🥈🥉1971
José Díaz, Lev Pesas
🥈🥈🥉1979
🥉1983
🥈1987 pic.twitter.com/m4c1HEdexR
Ramón Mena, Lucha
— Comité Olímpico PAN (@COlimpicoPanama) August 8, 2019
🥈1987
🥈1991
Eileen Coparropa, Natación
🥈1999
🥉2003
Alvis Almendra, Lucha
🥈2015
🥉2019#UnPaísUnEquipo pic.twitter.com/PNZLu4kXyi