El béisbol es un deporte de momentos, y pocos jugadores han definido una temporada como lo hizo Shohei Ohtani en 2024. En un solo año, este fenómeno japonés rompió barreras, creó un club exclusivo (el 50-50) y llevó a los Dodgers a lo más alto de la MLB.
El momento cúspide de su temporada llegó el 19 de septiembre, cuando conectó su jonrón número 50, uniéndose a la élite de jugadores con 50 bases robadas en la misma campaña. Pero Ohtani no se detuvo ahí: su actuación de 6 de 6 contra los Marlins, con tres jonrones y 10 impulsadas, será recordada como una de las mejores noches individuales en la historia del deporte.
Por otro lado, Freddie Freeman no se quedó atrás en los momentos épicos de la postemporada. Canalizando la energía del legendario Kirk Gibson, Freeman, con un tobillo lesionado, conectó el primer grand slam en la historia de la Serie Mundial. El Dodger Stadium explotó en júbilo, marcando uno de los momentos más emocionantes del Clásico de Otoño.
Mientras tanto, Michael Harris II protagonizó la atrapada del año, robándole un jonrón a Austin Hays y asegurando su lugar en la galería de momentos legendarios. Cada jugada, cada hito, subrayó la esencia del béisbol: drama, pasión y magia.
La temporada 2024 nos recordó por qué el béisbol sigue cautivando corazones. Con protagonistas como Ohtani, Freeman y Harris, el deporte no solo vive de su pasado glorioso, sino que también construye un futuro lleno de emoción y grandeza.