El mundo del boxeo llora la pérdida de una leyenda. George Edward Foreman falleció el 21 de marzo de 2025 a los 76 años, en paz y rodeado de sus seres queridos. Conocido como ‘The Preacher’, fue mucho más que un boxeador: fue un humanitario, predicador, empresario y padre ejemplar.
Nacido el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas, superó una infancia difícil marcada por la pobreza y la delincuencia, hasta encontrar en el boxeo su redención.
RIP George Forman.
— Craig (@_itsalwayscraig) March 22, 2025
As a kid I asked my dad why it was such a big deal that Ali beat that nice man from the commercials. He told me “They thought Foreman was gonna kill him. They were scared for his life. Then he showed me the Foreman Joe Frazier fight for context lol. OH MY GOD. pic.twitter.com/lVOcbBBZUt
Ganó el oro olímpico en Ciudad de México en 1968, un logro que lo catapultó al estrellato. En 1973, derrotó a Joe Frazier para coronarse campeón mundial de peso pesado.
Pero su carrera tomó un giro en 1974, cuando enfrentó a Muhammad Ali en The Rumble in the Jungle y perdió uno de los combates más famosos de la historia.
Su encuentro con Jesucristo
Después de perder ante Muhammad Ali en 1974 y atravesar una profunda crisis personal y espiritual, Foreman tuvo una experiencia cercana a la muerte en el vestuario tras una pelea. Esa vivencia lo llevó a retirarse temporalmente del boxeo y dedicar su vida a la fe cristiana.
Durante casi una década, Foreman fue:
Predicador cristiano evangélico en su comunidad.
Fundador de una iglesia y centro juvenil en Houston, Texas.
Figura activa en proyectos sociales para jóvenes en situación de riesgo.
Incluso cuando regresó al boxeo en los años 90, nunca abandonó su rol como predicador, y solía hablar abiertamente de Dios y su fe en entrevistas y eventos públicos. De hecho, subía al ring con una actitud serena, sin fanfarronería, y hablaba del amor y la redención.
Por eso, su apodo de “El Predicador” convivió con Big George, reflejando la dualidad única de su figura: un temible campeón de peso pesado con un corazón espiritual y un mensaje de paz. En 1994, con 45 años, recuperó el título mundial, convirtiéndose en el campeón de peso pesado más longevo de todos los tiempos. Su récord de 76 victorias, 68 de ellas por nocaut, lo consolidó como uno de los grandes de todos los tiempos.
RIP to the GREAT George Foreman. 😔
— Juan (@SomeJuanElse) March 22, 2025
A true legend! #boxing 🥊 pic.twitter.com/ua4eiWqQLB
Muchos boxeadores le temían
Pero quizás uno de los aspectos más sorprendentes de su legado fue el temor que inspiró incluso en leyendas contemporáneas. Según Bobby Goodman, ex colaborador de Don King, el mismísimo Mike Tyson se negó a pelear contra Foreman a pesar de las presiones de su equipo. Tyson habría dicho: “¡No voy a pelear contra ese maldito animal! Si amas tanto a esa bestia, ¡pelea tú con él!”

Este dato, nunca desmentido, revela el respeto profundo que Foreman generaba incluso en los campeones más temidos de la historia.
Fuera del ring, su éxito fue igualmente asombroso: la George Foreman Grill vendió más de 100 millones de unidades, generando fortunas superiores a las obtenidas como boxeador.
Foreman fue, es y será un ícono eterno. No solo por sus títulos, sino por el legado humano, espiritual y deportivo que deja atrás.