El Barcelona de Quique Setién debutó en el fútbol español, con una victoria 1-0 sobre el Granada, un rival que vendió cara su derrota, pero que sufrió la expulsión del defensor Germán Sánchez minutos antes de ver caída su valla.
El conjunto culé estrenó técnico, y las variantes fueron evidentes desde antes de iniciar al partido. Setién plantó un esquema con Messi, Ansu Fati y Antoinne Griezmann como tridente ofensivo, en donde el francés pintaba como centro delantero, sin embargo, los tres se fueron rotando conforme el momento y la situación del partido.
En el medio sector de la cancha, Sergio Busquets, Iván Rakitic y Arturo Vidal dieron un concierto de posicionamiento táctico y presión para recuperar balones, mientras que en la zaga, aparentemente estarían Samuel Umtiti, Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergi Roberto; pero con el pasar del compromiso se vio solo a tres defensores y Alba volando por el carril, más preocupado por asuntos ofensivos que por defender.
Pese a que el Barcelona gozó con un 82% de tenencia del balón, pero en el último tercio del campo las conexiones no se estaban dando, hasta que el recién ingresado Riqui Puig se combinó con Griezmann y Vidal, quien asistió al argentino con un bello taco, para derrumbar la resistencia granadina.
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La primera prueba de Setién deja muy buenas pinceladas, pero aún quedan cosas por mejorar, sobretodo a la hora de buscar definir la jugada cerca del área rival, en donde habrá que hacer énfasis en el entendimiento de los atacantes.