El pasado domingo 19 de mayo se estrenó en el Festival de Cannes el documental “Diego Maradona: Rebelde, héroe, estafador, Dios”, bajo la dirección del británico Asif Kapadia, sin embargo, el histórico futbolista argentino no asistió a la gala en Francia y, como si fuera poco, pidió a los aficionados que no vean la obra.
“No me gusta el título, así que si no me gusta el título no me va a gustar la película. No vayan. No me gusta el nombre”, dijo el mítico jugador en una entrevista concedida a Univisión, en donde cuenta detalles de sus nexos con la camorra italiana.
“Yo jugué al fútbol y me gané mi dinero corriendo detrás de la pelota. Yo no estafé a nadie. Si ellos quieren atraer al público así, están equivocados. Depende cómo se lea la palabra Estafador al lado de Dios”, agregó.
Y luego, recordó un episodio con la mafia.“Me subieron en una moto y me llevaron a una casa. La mesa ya estaba preparada para cenar. Había fusiles, parecía ‘Los intocables’ y Al Capone. Para mí era todo como un filme”.
Del cielo al infierno
El filme de Kapadia concentra muchos aspectos de la vida del “10”, entre ellos su elevación a dios en Nápoles desde que llegó en 1986 y su estrepitosa caída tras eliminar a Italia, con Argentina en el Mundial del 1990.
Su voz en “of” acompaña gran parte del documental, señalando que sus inicios en la ciudad napolitana no fueron fáciles: “pedí una casa y me dieron un departamento, pedí un Ferrari y me dieron un Fiat”, cuenta con humor, pero se dio cuenta de que allí el fútbol pasaba ante todo, ante las familias y los amigos, y se propuso que el club ganara el scudetto.
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Su caída llaga después del Campeonato del Mundo de Italia contra Alemania tras dejar al país anfitrión fuera en una dramática final en Nápoles; así se convirtió en la persona más odiada en la ciudad que antes le adoraba y lo único que quería era irse.
Su mujer y madre de sus dos hijas, Claudia Villafañe tiene recuerdos cariñosos del astro del fútbol y asegura que le destrozaron entre todos.
Fue un abandono total y una apertura a todo tipo de ataques, personales, fiscales o penales. Maradona salió corriendo en cuanto tuvo ocasión, pero se fue de Nápoles solo, un momento muy duro para el jugador, que recuerda que al llegar allí le recibieron 85.000 personas.
Espiral de drogas
La obra también toca puntos más sensitivos, como la espiral de drogas en la que ingresa, y la que aseguró inició en Barcelona. La cocaína era muy fácil de conseguir en Nápoles a través del clan Giuliano, un muy cercano amigo, el mismo que lo vinculó con las camorras.
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Y tras cada partido del domingo empezaba una fiesta que duraba hasta el miércoles, cuando se concentraba para estar limpio cuatro días más tarde.
A continuación, los dejamos con el trailer del documental “Diego Maradona: Rebelde, héroe, estafador, Dios”: