El FC Barcelona atraviesa un momento complicado. A la derrota ante el Leganés se suma la confirmación de la baja de Lamine Yamal, quien sufrió un esguince de grado 1 en el ligamento intertibio-peroneo anterior de su tobillo derecho tras una dura entrada de Neyou. Según el parte médico, el joven extremo estará fuera entre tres y cuatro semanas, una ausencia que pesa doblemente dada la crisis de resultados del equipo en LaLiga.
La lesión llega en un punto crítico de la temporada. El Barcelona, con solo cinco puntos de los últimos 18 posibles, enfrenta al Atlético de Madrid este sábado en un duelo que podría definir su rumbo en el campeonato. Además, la participación de Yamal en la Supercopa de España contra el Athletic el 8 de enero es incierta.
La situación no es nueva para el canterano azulgrana. Apenas hace un mes, una lesión similar lo dejó fuera de varios encuentros clave, y el cuerpo médico ahora opta por la cautela. La experiencia con Frenkie de Jong, quien pasó casi cinco meses de baja por problemas recurrentes en el tobillo, marca la estrategia del club para evitar riesgos innecesarios.
Por su parte, el técnico Flick enfrenta un dilema táctico: compensar la ausencia de Yamal en un equipo que ya acusa carencias ofensivas. Entre las opciones, adelantar a Dani Olmo a la banda derecha o dar mayor protagonismo a Ferran Torres, mientras la presión por resultados crece en el entorno culé.
Con un calendario cargado y rivales exigentes, la recuperación de Yamal será crucial para un Barcelona que no puede permitirse más tropiezos.