El Gran Premio de Estados Unidos dejó más que emoción en la pista: Red Bull se encuentra en el centro de una tormenta mediática, investigado por la FIA debido a un presunto sistema ilegal en su RB20, capaz de modificar la altura del suelo entre sesiones. En medio de esta controversia, Charles Leclerc (Ferrari) se alzó con la victoria, seguido por su compañero Carlos Sainz, mientras la tensión entre Max Verstappen y Lando Norris (McLaren) terminó con una penalización al británico, asegurando el tercer lugar para el neerlandés y acercándolo aún más al título mundial.
Red Bull, cuestionado por la FIA desde días antes de la carrera, admite que el RB20 cuenta con un dispositivo que acelera los reglajes, pero insiste en que no viola el reglamento. La polémica creció cuando se reveló que la escudería ya había modificado parte del monoplaza tras conversaciones con la FIA en Singapur, un escenario similar al que enfrentó McLaren en Bakú. Sin embargo, la FIA aún no define si habrá sanciones, manteniendo la presión sobre Red Bull.
En la pista, la acción fue intensa desde el arranque. Norris, que salía desde la ‘pole’, protagonizó una feroz batalla con Verstappen. Ambos se fueron largos en la primera curva, lo que frenó a Sainz y permitió que Leclerc tomara la delantera con una maniobra perfecta. A pesar del intento de Sainz por realizar un ‘undercut’, Verstappen defendió su posición, pero el desgaste de sus neumáticos permitió que Norris lo adelantase en el final. Sin embargo, una penalización de cinco segundos a Norris por su maniobra en la vuelta 52 devolvió el tercer lugar al neerlandés.
George Russell brilló remontando desde el ‘pit lane’, mientras que Checo Pérez escaló desde la novena posición hasta la séptima. En contraste, Fernando Alonso se quedó atrapado en el pelotón tras cruzarse con Sainz y Verstappen en la salida, complicando su carrera.
Con la victoria de Leclerc y el 1-2 de Ferrari, Red Bull no solo se enfrenta a la presión deportiva, sino también a la sombra de una posible sanción. Mientras los motores se apagan en Austin, la atención ahora se centra en el desenlace de la investigación de la FIA, que podría alterar el rumbo del campeonato y afectar el camino de Verstappen hacia la gloria mundial.