El Juego 4 de la Serie Mundial 2024, celebrado en el Yankee Stadium, quedó marcado por un escándalo que trascendió en las Grandes Ligas. Austin Capobianco y John P. Hansen, fanáticos de los Yankees, protagonizaron un incidente que los llevó a ser vetados de por vida de todos los estadios de la MLB. Durante el partido, los aficionados intentaron arrebatarle la pelota del guante al jardinero de los Dodgers de Los Ángeles, Mookie Betts, tras una atrapada de falta cerca de las gradas.
El comportamiento, catalogado como “atroz e inaceptable” por los Yankees, provocó una reacción inmediata de la organización y de la MLB. En un comunicado conjunto, se reiteró la importancia de mantener la seguridad tanto para los jugadores como para los fanáticos. Esta decisión subraya el compromiso de la liga con el respeto y la integridad en sus estadios, especialmente durante eventos de alta magnitud como la Serie Mundial.
Mookie Betts, conocido por su profesionalismo y habilidad en el campo, no sufrió lesiones físicas, pero el incidente dejó un impacto en la comunidad de la MLB. Las redes sociales explotaron con comentarios de apoyo hacia el jugador y críticas hacia los involucrados. Además, este hecho pone en el centro del debate las medidas de seguridad en los estadios y el comportamiento de los aficionados.
Para los Yankees, la situación representa una mancha en su historial, pero también una oportunidad para reforzar su política de tolerancia cero ante actos que pongan en peligro a los protagonistas en todos los partidos en el Yankee Stadium.