Paz, amor, salud y que mis familiares y amigos estén muy bien y unidos”. Estos son los deseos de la judoca panameña Kristine Jiménez para estas fiestas de fin de año.
En su carta navideña no hay lujosas pretensiones ni regalos despampanantes, solo cosas sencillas, que el final resultan ser las más valiosas.
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“Para esta Navidad voy a tener la oportunidad de compartir con mi familia en Panamá, tener una cena amena en casa, y bueno... Tratar de compartir la mayor cantidad de tiempo que pueda con ellos, ya que durante el año, por las competencias y entrenamientos, siempre se complica un poco”, contó esta intrépida atleta de 26 años.
UN REGALO DE ALTO NIVEL
Sin embargo, la veregüense ha recibido un regalo gigantezco para su crecimiento personal y para su carrera: unirse de planta al Ki-itsu-sai Training Center y National Training Center, para entrenar con la Selección de Judo de Estados Unidos.

“He tenido la oportunidad de compartir con el club en años anteriores, pero ahora me mudaré a Estados Unidos para estar al 100% con ellos y compartir campos de entrenamientos en todo Estados Unidos y también internacionalmente, contó Jiménez, evidentemente emocionada por esta oportunidad que se le presenta.
Abanderada de la delegación panameña en Tokio 2020, además de bronce en los Juegos Panamericanos 2019 y Panamericano de Judo 2021, Kristine sabe que está por cerrar un año duro para todos, pero se muestra muy ilusionada de cara a un 2022 que toma como una “oportunidad para resurgir y dejar atrás todo lo malo”.