La estrella de los Golden State Warriors, Stephen Curry, volvió a demostrar por qué es considerado el mejor tirador en la historia de la NBA con una actuación que quedará grabada en los libros de récords. En el partido del jueves contra los Philadelphia 76ers, Curry logró encestar los ocho triples que intentó, consiguiendo una efectividad perfecta y anotando 30 puntos en total. Además, sumó 10 asistencias, convirtiéndose en el primer jugador en la historia en alcanzar esta combinación estadística.
Este logro no solo representa un récord personal para Curry, sino que también lo coloca entre un selecto grupo de jugadores que han conseguido una noche perfecta con al menos ocho triples anotados. Entre ellos, destacan nombres como Sam Perkins, Steve Smith y Michael Finley, pero solo tres han logrado nueve de nueve: Jalen Brunson, Latrell Sprewell y Ben Gordon.
Los Warriors, que venían atravesando un momento complicado con 13 derrotas en los últimos 17 juegos, encontraron en esta hazaña de Curry una chispa para revitalizar su temporada. Frente a una alineación sólida de los 76ers, que incluía a Tyrese Maxey, Paul George y Joel Embiid, Curry lideró a su equipo con precisión y confianza.
A pesar de un diciembre difícil, donde solo acertó el 36 % de sus triples, Curry parece estar recuperando su forma. Este desempeño histórico llega en el momento justo para los Warriors, quienes dependen en gran medida de su capacidad ofensiva. Si puede mantener esta consistencia, no solo ayudará a su equipo, sino que también continuará consolidando su estatus como el mejor tirador que ha visto la NBA.