“Me duele muchísimo. No es justo. Estoy destrozada. Nunca había sentido un puñetazo como este,” fueron las primeras palabras de la italiana Angela Carini tras los 46 segundos que le rompieron la nariz en un combate contra la argelina Imane Kelif.
Este enfrentamiento causó un revuelo mundial al surgir rumores de que Kelif podría ser una mujer trans, lo que muchos interpretaron como un hombre golpeando a una mujer. ¿Pero qué hay detrás de todo esto?
Imane Kelif fue acusada de no pasar las pruebas de género y descalificada previamente por sus altos niveles de testosterona.
Sin embargo, Kelif es una mujer de nacimiento con una condición médica llamada hiperandrogenismo, que le produce niveles altos de testosterona.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha revelado que todas las atletas cumplen con las reglas y que el sexo y la edad se basan en el pasaporte de las atletas.
La confusión radica en la testosterona, comúnmente asociada solo a los varones, pero tanto hombres como mujeres la poseen.
En el caso de Kelif, su hiperandrogenismo es una condición médica que le produce niveles altos de esta hormona. En Argelia, el cambio de género en los documentos es ilegal, al igual que el cambio de sexo, lo que agrava la confusión y los prejuicios que enfrenta Kelif.
Cabe mencionar que también existe un trastorno que hace que mujeres de nacimiento tengan el cromosoma XY, propio de los hombres. Desde una edad temprana, Kelif ha tenido que lidiar con los prejuicios y la discriminación debido a su apariencia física.
El debate sobre si una mujer con altos niveles de testosterona debe competir en deportes femeninos sigue abierto. ¿Es discriminación o una cuestión de equidad en el deporte? El drama está servido, y el mundo del boxeo y del deporte en general continúa dividido.