El jueves 6 de mayo de 1993 impactó a las ciudad de Albacete y Valencia, la isla de Tenerife y toda la República de Panamá. Rommel Fernández Gutiérrez sufre un fatidico accidente de tránsito. Ha muerto a los 27 años de edad. Toda una vida por delante.
Su primo salió ileso, pero el “Panzer” se eleva al Cielo, de la misma manera en que lo hacía para cabecear de forma contundente y precisa en los terrenos de juego de España.
Han pasado 27 años y Miguel Ángel Bossio recuerda todo lo que sucedió aquel día en una nota que ha publicado el Valencia CF en su sitio web.
“Quedamos varios de la plantilla a comer en un restaurante de un pueblo cercano donde hacían paella. Yo llevaba un tiempo pinchando a Manolo Salvador para que organizara una comida, y ese día llamó desde una cabina que había entre vestuario y vestuario para reservar una mesa. Pese a organizarlo Manolo no pudo venir, porque tenía que recoger a alguien en la estación. Acabó el entrene y nos fuimos a tomar algo antes. El tapeo se demoró y estuvimos más de una hora antes de irnos al restaurante. (José Luis) Zalazar me dijo si íbamos en dos o tres coches y yo le dije que, como teníamos sesión por la tarde, mejor que cada uno fuera con su coche. Lo que es el destino. Cuando ya cogimos la carretera para ir a ese pueblo oí un claxon por detrás y era Rommel, quien se apuntó a última hora. Saqué la mano por la ventanilla y le hice el gesto de que nos siguiera. No iba a venir, pero al vernos todos juntos quiso acompañarnos”.
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Después, lamentablemente, llegó lo que nadie podía esperar, ese terrible accidente de tráfico. “Acabamos de comer y Zalazar, que era otro de los ídolos en Albacete, y Rommel se quedaron más tiempo en el restaurante haciéndose fotos y firmando autógrafos. Luego Zalazar me dijo que Rommel salió más tarde y volvió el último a Albacete. Era una carretera con desniveles y parece ser que tuvo la mala suerte de volcar en una recta con tan mala fortuna de chocar con un árbol. Su primo que iba en el asiento del copiloto salió ileso, mientras que el pobre Rommel se pegó en la cabeza y murió desgraciadamente poco tiempo después”.
Bossio llegó antes al apartamento para dormir una pequeña siesta antes de entrenar por la tarde y, entonces, recibió una llamada de teléfono. “Un periodista me dio la mala noticia y mi primera reacción fue de incredulidad. Le pregunté ¿Cómo? ¿Seguro que ha muerto? Si he estado comiendo con él hace un rato, no puede ser. Me lo confirmó y me quedé helado, no tenía palabras. El cruel destino se juntó ese día. Rommel no iba a venir a la comida. Quizá si no nos hubiéramos retrasado en el picoteo él se habría quedado en Albacete y aún estaría ahora vivo. Mi corazón se estremeció de dolor. No me lo podía creer, pero así fue. Todo el equipo, todo el club quedó conmocionado por su inesperada pérdida. Era muy joven, un niño grande que nos dejó demasiado pronto”.
🎥 | @victorjvarela en nombre del club y de la @CurvaRommel ha depositado un ramo de flores 💐 en la portería en la que Rommel festejó su último e inolvidable gol en el Carlos Belmonte.
— Albacete Balompié (Quédate 🏠) (@AlbaceteBPSAD) May 6, 2020
Que este sentido homenaje sea también para todas las víctimas del #Covid_19 #EternoRommel pic.twitter.com/HIJTEUlB2j