La LPF está cambiando y se está consolidando como la mejor liga deportiva no aficionada del país.
Creció a 12 clubes, tiene una operación multimillonaria entre liga y clubes. Este año finalmente da un salto de calidad en cobertura, ya que el 100% de sus partidos serán transmitidos por televisión y streaming. Al final de cada torneo, más talentos son exportados al fútbol extranjero. Y así otros aspectos más lo validan como una liga que presume de una gran organización y apoyo de distintos protagonistas.
Pero sigue padeciendo de un problema: sus canchas y estadios. En reiteradas ocasiones se ha dicho que las infraestructuras son y siguen siendo el mayor desafío. A continuación un rápido comentario de cada estadio:
Rommel Fernández: El templo del fútbol nacional es un estadio inmensamente grande para los partidos de la liga local, a menos que se trate de la gran final. Su césped deja mucho que desear a los jugadores de la Selección Nacional, y ahora ha entrado en un nuevo mantenimiento por su grama. Se espera que esté listo para el Clásico Nacional y los partidos de Liga Concacaf, ya que es el único estadio aprobado para la competición internacional.
Maracaná: En abril se cumplieron ocho años de su inauguración. No ha sido utilizado por la LPF en 2022, pero si para torneos como Liga Prom, LFF, Liga 10, entre otros. En septiembre 2016 recibió sus últimos partidos internacionales de clubes (Árabe Unido vs. Monterrey y Plaza Amador vs. Tigres). Su cancha se encuentra en un estado deplorable y los camerinos requieren de remodelaciones. Ya son varios focos de la iluminación artificial deben ser reemplazados.
Armando Dely Valdés: Al igual que el Maracaná, la alfombra sintética no soporta más un partido, aún así es la única alternativa en la provincia de Colón. En septiembre se cumplen 8 años de su primer partido. El último partido de noche fue a finales de 2019. Este será el quinto torneo en que los partidos solo se pueden jugar en horario vespertino.
Javier Cruz: La excepción a la regla porque su administración no es directa con Pandeportes. Sus obras de reconstrucción fueron del Municipio de Panamá y la administración es con el Colegio Artes y Oficios, y por ende con el Ministerio de Educación. Su gran problema es la deficiente iluminación, que se nota tanto en el sitio como en las transmisiones televisivas.
Los Andes: La última entrega de Pandeportes pero que no estará disponible para Concacaf. No hay una declaración oficial en relación a si cumple o no con las exigencias para el torneo internacional, y el Sporting no podrá hacer de local en su nueva casa.
Muquita Sánchez: Es uno de los estadios más viejos de la LPF, pero de los que menos quejas existen. Su último partido internacional fue en octubre 2019. En 2020 y 2021, el CAI de La Chorrera ha disputado sus partidos en el Rommel Fernández.
Universitario: El único estadio perteneciente a un club. El nido del fénix fue sede de una final de LPF a pesar de no estar culminada su obra. Aún faltan los palcos de una gradería, su cancha natural ha sido completamente reemplazada y su iluminación necesita una reconfiguración para sacar óptimo provecho de sus luces LED. Se espera que esté disponible para septiembre 2022.
Virgilio Tejeira: Como el Javier Cruz, es otra solución para la liga. Conocido como el Proyecto Goal, este estadio pertenece a la Fepafut ya que fue un terreno donado y se construyó con fondos otorgados por la FIFA. Cuenta con una cancha natural sin gradería y una sintética con gradas, a la cual se le ha estado reemplazando el techo. No cuenta con torres de luces así que se debe jugar solo en el día. Está a unos escasos kilómetros del estadio Universitario en Penonomé.
Los Milagros: Inaugurado en diciembre 2014, el campo de juego del Herrera FC pide a gritos ser reemplazado. Sus luces también deben ser mejorados. A la llegada de los tiburones a la LPF, se le ha trabajado en los camerinos, ya que los originales eran muy pequeños.
Atalaya: Otra curita más. Los veragüenses quieren volver a su estadio de fútbol en Santiago, pero en el camino han tenido que jugar en Soná o el estadio de béisbol Omar Torrijos Herrera. Al igual que Soná, Atalaya tiene unas dimensiones muy pequeñas que no favorecen a la mejor práctica del fútbol.
Toco Castillo: Fue cerrado en marzo 2017 y las proyecciones son para ser inaugurado en el 2023.
San Cristóbal: Fue inaugurado en noviembre 2018. De momento su iluminación y grama se encuentran bien, pero en el último torneo hubo quejas en relación al camerino de visitante. No aparenta ser una gran deficiencia, pero que es mejor prestar atención ahora que no es tan grave.
Cabe mencionar que para este torneo no se volverá a jugar en Hacienda Country Club, ya que en varios aspectos no reunía las condiciones mínimas para jugar partido de primera división.
A pesar que la práctica más óptima del fútbol es en grama natural, las canchas sintéticas correctamente instaladas, con buen mantenimiento si ayudan al crecimiento del balompié panameño, pero esto dista mucho de la realidad actual.