El Real Madrid, con Carlo Ancelotti al mando, se prepara para un cierre de año frenético que pondrá a prueba no solo su plantilla, sino también su resistencia mental. Con nueve partidos en el horizonte, los blancos enfrentarán un desafío titánico que arranca este domingo en Leganés y culmina en Qatar, donde buscarán sumar un nuevo trofeo internacional.
El plato fuerte llegará en la Champions League, donde los de Ancelotti visitarán al Liverpool en Anfield. Este encuentro no solo revive un clásico europeo, sino que representa una encrucijada en el innovador formato de la competición. “No hay margen para errores. Es un partido que define la temporada”, declaró un exmadridista en un programa deportivo.
De regreso en España, la Liga no será menos exigente. San Mamés y Girona figuran como visitas incómodas que podrían complicar las aspiraciones domésticas de los blancos. A esto se suma un duelo ante el Getafe en el Bernabéu, uno de los pocos encuentros donde podrán contar con el apoyo de su afición.
El broche final será la renovada Copa Intercontinental en Qatar. Con solo días para recuperarse entre cada compromiso, el Madrid tendrá que rotar inteligentemente su plantilla. Ancelotti, fiel a su estilo conservador, confía en la experiencia de Modric y Kroos, combinada con el talento joven de Bellingham y Vinícius.
¿Será este calendario una catapulta hacia la gloria o el inicio de un desgaste inevitable? Con siete de sus nueve encuentros lejos del Bernabéu, los madridistas saben que cada partido será una final. Los fanáticos esperan que, como en tantas ocasiones, el Madrid saque su casta ganadora en los momentos más difíciles.