El estadio Rommel Fernández Gutiérrez sumó otro momento inolvidable en la historia del fútbol panameño, con el esperado partido entre el Inter de Miami y el Sporting de San Miguelito, que tuvo como protagonista al astro argentino Lionel Messi.
Desde tempranas horas, los alrededores del estadio se llenaron de fanáticos con camisetas albicelestes y del rosado con negro del afamado Inter, que inició su gira internacional contra Universitario de Deportes en Perú y que culminará el próximo fin de semana ante Olimpia de Honduras.
La emoción era palpable por cada uno de los presentes en el Coloso de Juan Díaz, al ver a Messi, junto a sus compañeros de la “era dorada” del FC Barcelona, como Sergio Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez, un sueño hecho realidad para muchos.
Las acciones iniciaron con el homenaje a Gabriel Gavilán Gómez, quien hizo el saque de inicio. Gavilán es una leyenda del fútbol panameño y mundialista en Rusia 2018.
Un duelo vibrante en el Rommel
El Inter mostró su veteranía y experiencia en el campo para derrotar 3-1 a Sporting, en un juego interesante y con acciones elegantes.
El partido inició con un ritmo trepidante, lejos de ser un simple amistoso. Sporting, consciente del reto, se mostró ordenado en defensa y generó aproximaciones peligrosas en la primera parte, aprovechando su localía. Sin embargo, la calidad de los visitantes pronto hizo que se igualaran las acciones y fueran ganando terreno.
El primer gran momento llegó al minuto uno de partido cuando Messi enseñó su grandeza en el césped, con su clásico movimiento amagó a un defensor y con un zurdazo colocado al marco del Sporting.
Messi generó tres buenas oportunidades en los 10 primeros minutos, pero la más clara sería la última al sacar un tiro que detuvo Marcos De León.
Pero la magia no terminó ahí. Jordi Alba también mostró gala de su calidad con gran desequilibrio por la banda izquierda, creando asociaciones con Messi.
Sporting no bajó los brazos, con mucho ánimo y garra buscaba el arco contrario. El conjunto de San Miguelito no desentonó y estuvo siempre a la altura de este compromiso.
Uno de ellos fue Oldemar Castillo, quien sacó un disparo que exigió a Oscar Ustari.
Pero a los 23 minutos, apareció Adán Hendricks con una gran deficinición para vencer a Ustari y poner arriba al Sporting.
Esto ocasionó el despertar del onceno de Miami. Messi apareció en el momento indicado para habilitar a Marcelo Weingand, quien le entregó la esferica a Benjamín Cremaschi (45 +2) para que igualara el dueño.
La segunda parte arrancó con un Inter agresivo, movilzando el balón por ambos laterales. Esta convicción le daría buenos resultados al conjunto de la MLS, cuando Luis Suárez encontró libre a Tadeo Allende (48′) para que fabricara el segundo gol.
El mismo Suárez tuvo la oportunidad para ampliar la ventaja, con un pase filtrado de Messi, pero que no pudo concretar.
El que no perdonó fue Fafa Picault (64′) al sacar un remate dentro del área chica, que dejó sin opciones al guardameta.
El encuentro se calentó con la expulsión de por doble amarilla a Aymar Cundumí, al cometerle una falta a Messi.
Precisamente, el campeón del mundo saldría del campo a los 76 minutos por Santiago Morales.
Otro que tuvo actividad en el césped del Rommel fue Yassine Cheuko, guardaespaldas de Messi, quien tuvo que contener a dos fanáticos que saltaron a la cancha.
Fútbol, pasión y un recuerdo imborrable
El pitazo final selló una noche inolvidable y que quedará grabado para la eternidad en los recuerdos de todos los que disfrutaron este encuentro. Más allá del resultado, el triunfo más grande fue la exposición del fútbol panameño y la experiencia de cada uno de los jugadores.
Niños y adultos coreaban el nombre de Messi, mientras el argentino y sus compañeros del Inter de Miami saludaban a los aficionados en un gesto de gratitud.
El fútbol en Panamá vivió un capítulo dorado con la presencia del legendario “Dream Team” del Inter de Miami, que dejó parte de su historia en el territorio panameño.