Los Chicago Bears han tomado una decisión drástica tras encadenar seis derrotas consecutivas: despedir al entrenador Matt Eberflus. Este movimiento llega después de una dolorosa derrota frente a los Commanders, donde la gestión de reloj en los últimos segundos fue objeto de intensas críticas. Los Bears desperdiciaron un tiempo muerto y permitieron que el reloj corriera innecesariamente, dejando solo seis segundos para una última jugada. El pase profundo de Caleb Williams hacia Rome Odunze cayó incompleto, sellando una nueva caída para el equipo.
El despido de Eberflus no sorprende
Al ser el entrenador con peor récord en la NFL, considerando su récord de 5-19 en juegos decididos por una anotación, el peor en la historia de la NFL para un entrenador con al menos 20 partidos bajo esas condiciones. Este desempeño refleja no solo las dificultades estratégicas, sino también la falta de ejecución en momentos clave por parte del equipo. Eberflus, quien asumió el cargo con expectativas de mejorar la defensa, no logró consolidar un proyecto competitivo.
Thomas Brown, de 38 años, coordinador ofensivo, asumirá como entrenador interino mientras los Bears buscan estabilidad. Asumirá las funciones de entrenador en jefe por primera vez en su carrera, marcando un nuevo capítulo en su trayectoria como técnico. Su experiencia como coordinador ofensivo comenzó bajo la dirección de Mark Richt en la Universidad de Miami, donde desempeñó un papel clave entre 2016 y 2018. Durante ese periodo, fue una pieza fundamental del cuerpo técnico que llevó a Miami a conquistar el campeonato de la ACC en 2017 y a participar en el prestigioso Orange Bowl.
Ahora, Brown enfrenta un nuevo desafío en la NFL como entrenador interino de los Chicago Bears, tomando las riendas de un equipo en crisis tras la salida de Matt Eberflus. Su enfoque estratégico y su capacidad para liderar ofensivas exitosas serán determinantes para intentar cambiar el rumbo de una temporada complicada. Su debut será el 8 de diciembre contra los San Francisco 49ers, un equipo sólido que pondrá a prueba las capacidades del nuevo mando. Mientras tanto, los jugadores tendrán el fin de semana libre para prepararse mental y físicamente para los retos venideros.
La temporada de los Bears, ahora con un récord de 4-8, parece cada vez más difícil de salvar. Sin embargo, este cambio podría ser el primer paso para reconstruir el equipo. Las decisiones del gerente general Ryan Poles y el presidente Kevin Warren serán cruciales para definir el futuro de la franquicia. Por ahora, el equipo y su afición solo pueden esperar que los movimientos recientes traigan resultados positivos.