El racismo en el fútbol continúa siendo un problema persistente, pero la justicia española ha dado un paso contundente contra aquellos que promueven este tipo de conductas. El Juzgado de Instrucción número 3 de Palma ha sentenciado a un aficionado del Mallorca a un año de prisión y tres años de prohibición de acceder a estadios tras haber insultado de manera racista a Vinicius Junior y Samu Chukwueze en febrero de 2023.
Los hechos se remontan al 5 de febrero de 2023, cuando el Real Madrid visitaba Son Moix para enfrentar al Mallorca. En este encuentro, Vinicius Junior fue víctima de ataques verbales de corte racista, que no pasaron desapercibidos. Semanas más tarde, el 18 de febrero, durante otro partido en el mismo estadio entre el Mallorca y el Villarreal, Samu Chukwueze sufrió un episodio similar. Ambos incidentes fueron denunciados por LaLiga, lo que derivó en una condena ejemplar por Delitos de Integridad Moral con agravante de discriminación racial.
El autor de los insultos enfrentará una condena de seis meses de prisión por cada incidente, sumando un total de un año tras las rejas, además de 36 meses de prohibición para asistir a partidos en estadios españoles. La sentencia se ha impuesto con la atenuante de arrepentimiento, algo que permitió la reducción de la pena.
En paralelo, otro incidente racista, esta vez contra Aurélien Tchouaméni, ha sido resuelto mediante un acuerdo extrajudicial. El menor de edad que lanzó insultos racistas y botellas de agua al futbolista del Real Madrid el pasado 13 de abril, ha recibido sanciones económicas de más de 7,000 euros, además de la prohibición de acceso a estadios por un año. El menor deberá también participar en actividades socio-educativas.
Con estas sentencias, el fútbol español sigue luchando contra el racismo y demostrando que las conductas discriminatorias no tienen cabida en los estadios.