El comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, se mostró confiado que el brote del COVID-19 que se ha generado dentro de la plantilla de los Marlins de Miami no debe ser considerado como un escenario de “alarma”, dado que está convencido de que los protocolos de seguridad y salud que tienen establecidos están funcionando.
“Creamos protocolos anticipando que tendríamos pruebas positivas en algún momento durante la temporada”, admitió Manfred el lunes por la noche en una entrevista en MLB Network. “Los protocolos se crearon para permitirnos jugar a través de esos casos positivos. Creemos que los protocolos son adecuados para mantener a nuestros jugadores seguros”.
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Los Marlins tuvieron al menos 11 jugadores y dos entrenadores que dieron positivo en los últimos días, lo que obligó al aplazamiento de los partidos en casa del lunes y el martes contra los Orioles de Baltimore.
El equipo permaneció en Filadelfia, donde jugó durante el fin de semana, y fue reexaminado el lunes.
Esos resultados debieron ser entregados la pasada noche, pero todavía no se han dado a conocer su contenido y la última programación era que los Marlins reiniciarían la competición mañana, miércoles, cuando se trasladen a Baltimore para enfrentarse a los Orioles.
Manfred consideró que el hecho de haber aplazado algunos partidos no significaba que la toda la temporada estaba en peligro por el brote del COVID-19, aunque reconoció que disputar partidos durante una pandemia nos es el mejor escenario para el deporte ni la vida normal.
"No pongo esto en la categoría de pesadilla", reiteró Manfred. "No es algo positivo, pero no lo veo como una pesadilla ... Es por eso que tenemos las listas expandidas. Es por eso que tenemos el grupo de jugadores adicionales".