Adalberto Carrasquilla y el Cartagena ya están en Málaga, en donde el domingo se jugarán el ascenso a la Segunda División del fútbol de España ante Atlético Balaerense.
El autobús del Cartagena partió rumbo a Málaga en horas de la mañana, con la expedición de futbolistas al completo - viaja toda la plantilla - y con Borja Jiménez, técnico del club, con las ideas claras. Varios cientos de seguidores, jóvenes en su mayoría, se dieron cita, guardando las medidas de seguridad y formando dos filas entre las que pasó el bus con el grupo de jugadores y cuerpo técnico, y vitoreando a la plantilla a la vez que sueñan con el ascenso este domingo en La Rosaleda.
En la tarde del jueves ya se organizaron varios escenarios para hacerle llegar al equipo el calor de la afición. Entre ellos se reunieron aficionados y peñistas en la explanada del Cartagonova para hacer “la caravana de un sueño” donde pasearon por las calles cartageneras.
Pero la gran cita de despedida era este viernes, saliendo del estadio el autobús del club albinegro con toda la plantilla en su interior. Cientos de personas, sin llegar a sobrepasar las medidas de seguridad, quisieron apoyar a los pupilos de Borja Jiménez con una fuerza característica de esta afición.
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En otras ocasiones, en situación normal se podía haber presenciado una despedida más poblada pero no hizo falta nada más que el cariño y la garganta de cientos de seguidores para que el equipo viajara a Málaga sabiendo que la “trimilenaria” jugará con ellos.
Los cánticos resonaban como no lo hacía en meses alrededor del estadio, una nueva final para el FC Cartagena en la que sabe perfectamente que no está solo.
Los jugadores llegaron en horas de la tarde a suelo malagueño donde harán noche este fin de semana y tratarán de mentalizarse para la final del domingo.