El Estadio Olímpico de Montjuïc vibró con la actuación del Barcelona, que derrotó 3-0 al Brest en su cuarto triunfo consecutivo de la fase de grupos de la Champions League. El equipo de Hansi Flick mostró una superioridad abrumadora desde el inicio, controlando el balón y el ritmo del juego con precisión quirúrgica.
La noche comenzó con el gol número 100 de Robert Lewandowski en la Champions, anotado desde el punto penal tras una falta clara de Marco Bizot al delantero. El Barça dominó la primera mitad, pero su falta de efectividad en el último tercio mantuvo el marcador ajustado hasta el descanso.
En la segunda mitad, el equipo catalán mantuvo la presión constante y finalmente dobló la ventaja al minuto 66 con un gol de Dani Olmo, quien aprovechó un pase exquisito de Gerard Martín para abrirse camino entre la defensa rival. Con el Brest completamente neutralizado, los últimos minutos fueron un trámite para los blaugranas.
El tercer gol llegó en tiempo añadido, cuando Alejandro Balde asistió a Lewandowski para que el polaco cerrara la noche con una definición magistral. Este tanto no solo selló la victoria, sino que dejó en claro el dominio absoluto del Barcelona.
El resultado no refleja completamente el control que tuvo el Barça, que pudo haber anotado más goles de haber sido más preciso en el área. Sin embargo, la victoria es un respiro para el equipo, que pone fin a su mini-bajón de resultados y se acerca al pase automático a los octavos de final.
Ahora, el Barcelona deberá concentrarse en su próximo compromiso de LaLiga, buscando mantener el ritmo y consolidar las buenas sensaciones que dejó esta actuación en Montjuïc. Con un equipo sólido y en ascenso, los blaugranas vuelven a ilusionar a su afición con su potencial en esta temporada europea.