La histórica franquicia de los Boston Celtics entra en una nueva era tras concretarse su venta por $6.1 mil millones a Bill Chisholm, socio director de Symphony Technology Group, según confirmaron fuentes a ESPN. Esta transacción no solo marca un cambio trascendental para uno de los equipos más laureados de la NBA, sino que además se convierte en la venta más cara de una franquicia deportiva en Norteamérica, superando los $6.05 mil millones que se pagaron por los Washington Commanders en 2023.
La familia Grousbeck, que adquirió a los Celtics en 2002 por $360 millones como parte del grupo Boston Basketball Partners, cierra una etapa repleta de éxitos con dos campeonatos de la NBA, incluyendo el título de la temporada pasada frente a los Dallas Mavericks, y dos subcampeonatos más. Durante su gestión, Boston se consolidó como una potencia constante en la liga, manteniéndose en los primeros puestos y elevando su valor de forma impresionante.

A pesar del cambio de propiedad, Wyc Grousbeck seguirá como Director del equipo hasta 2028, de acuerdo con el cronograma de cierre planteado. Esta continuidad estratégica busca mantener la estabilidad organizacional mientras se da la transición completa.
Este movimiento también refleja el aumento sostenido del valor de las franquicias deportivas, como quedó demostrado en otras ventas recientes: Phoenix Suns ($4 mil millones), Milwaukee Bucks y Dallas Mavericks ($3.5 mil millones cada uno). Sin embargo, ninguna había alcanzado la barrera simbólica que ahora rompen los Celtics.

Con 18 títulos de la NBA, los Celtics se posicionan como la franquicia más ganadora junto a los Lakers, y solo son superados por los New York Yankees (27) y los Montreal Canadiens (24) entre todas las ligas profesionales en Norteamérica.
Este hito financiero consolida a los Celtics no solo como un gigante deportivo, sino también como una de las marcas más valiosas y emblemáticas del deporte mundial.