La selección panameña de fútbol se alista para un nuevo choque contra su similar de México y, ante tal escenario es imposible no recordar el duelo entre ambos del 22 de julio de 2015, cuando el arbitraje del estadounidense Mark Geiger privó a la Roja de disputar una final más de la Copa Oro de Concacaf.
Ese día “el Tri” se impuso 2-1 gracias a dos penales que Geiger se inventó y en los que Andrés Guardado prefirió ignorar el “fair-play”, liquidó y le dio el boleto a la final a los norteamericanos, en donde unos días más tarde vencieron a Jamaica para hacerse con el galardón.
Ese día quedó comprobado una vez más que enfrentar a los mexicano es jugar contra ellos y algo más que 11 jugadores.
"Entendimos que jugar en contra de México era jugar en contra de todo y fue duro porque antes jugar contra ellos era el partido que más vestía, el más grande de la zona, eso era una motivación extra y lo tomábamos con mucha responsabilidad y seriedad”, señala el delantero Blas Pérez, viejo conocido de México tras haber prestado sus servicios en los Tigres de la UANL y el Pachuca.
"Panamá no se merecía eso en ese momento, veníamos con un ritmo de juego muy bueno, sin ayuda de nada, éramos una selección que lo dio todo y nos quedamos con un tema de los penales y de todo lo que pasó. Al final el mundo nos vio a nosotros con buenos ojos, el que quedó mal fue el árbitro (Mark Geiger), al final, si tú le preguntas a la gente, al único que mencionan es al árbitro y él fue el protagonista de esa noche”, recuerda el atacante, que colgó los tachones hace un año.
PESO HISTÓRICO DE “EL TRI”
Y es que han sido contados los triunfos de Panamá sobre México. Con más de 20 encuentros entre ambos, los panameños apenas suman dos victorias, ambas en la Copa Oro 2013.
"Contra México siempre fueron juegos que marcaron al fútbol panameño. Antes, cuando Panamá enfrentaba a México eran goleadas, 7-1 o 5-0, pero llegó un momento en que los partidos fueron cerrados, quizá no de muchos goles, pero perdíamos uno a cero o empatábamos uno a uno”, comenta Pérez.
Por dicha razón, ese partido causó tanta indignación y acalorados reclamos.
"Después de ese partido que no pudimos llegar a la final, terminamos muy mal, pero eso nos motivó y nos impulsó más. Marcó una diferencia con nosotros porque tuvimos una muy buena eliminatoria mundialista y estuvimos a punto de ir a un repechaje. Nos fortaleció y nos hizo mejores como grupo, nos hizo madurar bastante”, afirma.
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EL MOMENTO ES COMPLICADO
Hoy el panorama para el equipo comandado por Américo Gallego es complicado en medio de un cambio generacional. Qatar 2022 parece más lejano que nunca.
"Estamos pasando un mal momento, hay un bache grande en el que ha caído la selección panameña, los resultados no se han dado y hemos entrado en el tema de la desesperación de no poder sacar la jerarquía y madurez cuando las cosas no van bien”, señala Pérez.
"Estamos fuera del ranking para el hexagonal final. El entrenador que llegó se está adaptando, ojalá ocurra un pequeño milagro para poder estar en el hexagonal, porque si no, el camino que nos tocaría sería al nivel de otro país en el Caribe, son selecciones que están dando de qué hablar”, concluye.