La noticia que circulaba en susurros se volvió oficial. Tres figuras del fútbol panameño, entre ellas dos jugadores activos y un exarquero, han sido detenidos por presuntamente aceptar sobornos para manipular los resultados de partidos en la Liga Panameña de Fútbol (LPF) y la Liga PROM.
Este escándalo, vinculado a una red internacional de apuestas, ha destapado un verdadero torbellino en el deporte nacional.
La operación, denominada “Garra” por la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, comenzó a gestarse entre junio y agosto de 2023.
Los implicados, Óscar McFarlane, Lilio Mena y Rolando Gumbs, fueron llevados a audiencia el miércoles 4 de septiembre, enfrentando cargos por delitos financieros y de manipulación económica.
McFarlane, el exarquero que vistió la camiseta de la selección nacional desde 2001, hizo su entrada a la audiencia con una camiseta estampada con la imagen de Pablo Escobar.
Por su parte, Mena, al llegar a la sede judicial, exclamó “Arriba hay un Dios” mientras intentaba mostrar sus creencias, a pesar de estar esposado. Gumbs, por otro lado, se escondió su rostro al bajarse de la camioneta de la Dirección de Investigación Judicial.
El fiscal superior Emeldo Márquez informó que los jugadores habrían recibido entre 2,500 y 4,500 dólares por influir en los resultados de los partidos.
La trama fue destapada después de que la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut) alertara sobre irregularidades en la competencia a lo largo de 2023. Los acusados enfrentan posibles condenas de entre 2 y 4 años de prisión.