El fútbol panameño está de luto. Luis Ernesto ‘Cascarita’ Tapia Pérez, nacido el 21 de octubre de 1944 en el corregimiento de El Chorrillo, dejó una marca imborrable en el deporte nacional. Su papel como delantero fue crucial para Panamá, destacándose como el primer jugador en anotar un gol en una eliminatoria mundialista. Este histórico momento tuvo lugar en el Estadio Revolución (ahora Rommel Fernández), en un enfrentamiento contra Costa Rica durante el proceso eliminatorio rumbo al Mundial de Argentina 1978.
La carrera de ‘Cascarita’ no se limitó a su impacto en la selección panameña, donde jugó entre 1963 y 1979. También brilló en el fútbol centroamericano, especialmente en la liga salvadoreña. Defendió los colores de equipos como Alianza FC, Atlético Marte, UES y Juventud Olímpica. Con Alianza, Tapia consiguió la Copa de Campeones de Concacaf en 1967, y acumuló cuatro títulos de liga, consolidándose como una figura clave en el balompié de la región.
El legado de Tapia trasciende generaciones, siendo recordado no solo por sus logros en la cancha, sino también por abrir el camino a futuros talentos panameños en el escenario internacional. Su nombre quedará grabado en la memoria colectiva del fútbol panameño y centroamericano como un símbolo de excelencia y dedicación.