La relación entre Aaron Rodgers y los New York Jets ha llegado a su fin. El equipo anunció su decisión de “moverse en una dirección diferente” en la posición de mariscal de campo, dejando al veterano de 41 años con un futuro incierto en la NFL. La salida de Aaron Rodgers de los New York Jets no solo marca el fin de una etapa, sino que también deja un complejo panorama financiero para la franquicia.
Rodgers tenía un año de contrato restante con $37.5 millones no garantizados. Su salida deja a los Jets con un golpe de $49 millones en dinero muerto. Si lo cortan después del 1 de junio, la franquicia podría repartir ese monto en dos temporadas, reduciendo el impacto inmediato en el tope salarial. Sin embargo, en 2026 enfrentaría un cargo de $35 millones.
El equipo ahora debe decidir su estrategia financiera y deportiva. Si Rodgers opta por el retiro, las implicaciones salariales serían las mismas. Esto deja a los Jets con un dilema: asumir la pérdida ahora o dividirla en los próximos años.
Mientras tanto, la franquicia busca su próximo mariscal de campo titular. Con nombres como Kirk Cousins y Justin Fields en el radar, los Jets tienen la oportunidad de reconstruir su ofensiva. Sin embargo, cualquier decisión deberá tomarse con cuidado para evitar otra inversión millonaria sin los resultados esperados.