El final más salvaje de la NBA: cómo los Bulls robaron el partido a los Lakers en 30 segundos
El 28 de marzo de 2025 quedará marcado como otra noche memorable para la NBA. En un desenlace absolutamente cinematográfico, los Chicago Bulls vencieron 119-117 a Los Angeles Lakers, revirtiendo una desventaja de cinco puntos en los últimos 13 segundos del partido.
Josh Giddey lanza el triple desde media cancha que sentenció a los Lakers. LeBron James observa incrédulo la victoria de los Bulls en el último suspiro.El protagonista inesperado fue Josh Giddey, quien selló la victoria con un triple desde media cancha a falta de 0 segundos.
The final 12.6 seconds of Bulls-Lakers 🤯 pic.twitter.com/ahMIjnwxby
— Chicago Bulls (@chicagobulls) March 28, 2025
Todo comenzó con los Lakers arriba 115-110 gracias a una bandeja y dos tiros libres de Austin Reaves, quien firmó una gran noche con 30 puntos. Pero el técnico de los Bulls, Billy Donovan, tenía un as bajo la manga: una jugada de banda que culminó con Patrick Williams anotando un triple desde la esquina.
En la siguiente jugada, LeBron James intentó conectar con Reaves, pero Giddey interceptó el pase y lanzó a Coby White, quien empató el juego con otro triple.
This angle of Josh Giddey's game-winner 🔥🔥🔥 pic.twitter.com/zhyxO3NPi4
— Chicago Bulls (@chicagobulls) March 28, 2025
Con seis segundos restantes, Reaves volvió a atacar y anotó una bandeja que parecía el cierre perfecto. Pero no. Giddey tomó el balón, cruzó a toda velocidad y lanzó desde media cancha. El balón entró. Victoria para los Bulls.
Con 3.1 segundos restantes, los Bulls completaron la remontada más inesperada de la temporada, mientras los Lakers se hunden en la tabla del Oeste.
a.Este resultado deja a los Bulls con récord 33-40, aún en pelea por el séptimo puesto del Este, mientras los Lakers, con 44-29, pierden terreno en su lucha por el tercer lugar del Oeste. Luka Dončić aportó 25 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, y LeBron terminó con 17 puntos y 12 asistencias.
El entrenador de los Lakers, JJ Redick, describió el sentimiento como devastador, “Es una forma terrible de perder un partido de baloncesto”, afirmo.
Y no es para menos. Se puede ver mil partidos de NBA y no presenciar algo como esto.
