Un análisis reciente sugiere que se ha identificado al infame asesino en serie conocido como “Jack, el destripador”, quien aterrorizó Londres entre agosto y noviembre de 1888. Russell Edwards, un historiador, afirma haber resuelto el caso mediante un análisis de ADN realizado en un chal encontrado en la escena de uno de los crímenes. Este chal se cree que pertenecía a Catherine Eddowes, una de las cinco mujeres asesinadas en Whitechapel y que fueron conocidas como las “víctimas canónicas”.
Los resultados del análisis indican que el verdadero nombre del asesino sería Aaron Kosminski, un inmigrante polaco que ya había sido considerado sospechoso en su momento. Kosminski llegó a Inglaterra en 1881 y se estableció en Whitechapel, donde trabajaba como barbero y a los 23 años, cuando ocurrieron los asesinatos, padecía esquizofrenia. Aunque fue mencionado como uno de los principales sospechosos por el comisionado adjunto de la Policía Metropolitana en 1894 basándose en su odio hacia las mujeres y sus tendencias homicidas, nunca se presentaron pruebas definitivas en su contra.
La información obtenida por Edwards, que muestra una coincidencia del 100% con el ADN de Kosminski, podría cerrar uno de los mayores misterios de la historia londinense. Sin embargo, aún se requiere una confirmación legal definitiva para validar estos hallazgos.