En cada comunidad guna existe un cuerpo policial que es el encargado de poner el orden o hacer los llamados para una reunión. Esas personas, conocidas como “suwaribed”, son como asistentes del sagla (jefe de la comunidad).
Generalmente está compuesto por hombres; sin embargo, las mujeres también pueden formar parte de él.
En esta semana de la cultura guna, instituida por el Congreso General Guna en 2003, esta entidad dio a conocer la existencia, en toda la comarca, de dos mujeres que se atrevieron a formar parte de ese grupo selecto.
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Una de ellas es Angélica Fernández, de la comunidad de Aggwadub, mientras que la otra, que ha sido reconocida como la primera policía comunitaria, es Lidiana López, de Nalunega.
Según el Congreso General Guna, Lidiana ya es muy conocida en toda la comarca, ya que ha participado en los congresos sectoriales y comarcales.
FUNCIONES
Durante los cantos ceremoniales es la figura que mantiene a los asistentes despiertos y siguiendo el canto del sagla con el grito: “¡Gabidamalarge! (¡Cuidado se duerman!).
Normalmente cargan bastones de mando, parecidos al tolete, pero nunca los han usado para golpear a las personas. Sí pueden utilizar una rama de ortiga para castigar a quienes han infringido alguna orden.
Para los gunas, la ortiga es medicina contra reumatismo y, por tanto, su uso es permitido.
En épocas anteriores, un suwaribed al mismo tiempo era un botánico, o conocedor de los tratados para curar a los enfermos de forma cantada.
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“Ser suwaribed es más que el primer paso hacia lo que puede ser camino a ser ‘argar’ (intérprete de los cantos tradicionales) o ‘sagla’”, indica la nota.
Y es que para ser sagla o jefe de la comunidad, la persona debe conocer el “Bab igala”, el tratado sobre la creación del mundo y ser una persona respetable.
Por eso, el Congreso de la Cultura insta al resto de la población a integrar en este cuerpo policial. “Necesitamos más gente que pueda contribuir a seguir fortaleciendo la identidad”, destaca por su parte Anelio Merry, secretario de Comunicación del CGG.
RECUERDA:
Los “suwaribed” o policías comunitarios deben recibir el respeto de la población.
Pueden llamarles la atención a hijos ajenos. Hasta pueden castigarlos si es necesario. Es el anunciante de hechos que debe saber la población. Mantiene despiertos a quienes asisten a reuniones o cantos tradicionales.