Este jueves se entregó en un cuartel de la Guardia Civil en Madrid, España, la expareja de Verónica, una mujer de 32 años que se suicidó el pasado sábado luego que un video sexual, que grabó hace 5 años, se difundiera entre gran parte de sus compañeros en una empresa de automoción de la capital española.
El hombre, quien ha sido señalado como el principal sospechoso de la difusión del video hace un mes, fue puesto a la orden de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, donde rinde declaración, reporta RTVE.
Verónica, casada y con dos hijos, se enteró la semana pasada que el material audiovisual había sido difundido entre sus colegas, pero sufrió un ataque de ansiedad cuando el video llegó el viernes a manos de su marido.
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Este mismo jueves, el Juzgado de Instrucción número 5 de Alcalá de Henares, dentro de la Comunidad de Madrid, abrió diligencias previas por la presunta comisión de un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
El Código Penal de España castiga —según su artículo 197— con entre tres meses y un año de cárcel el delito de difusión de imágenes privadas sin autorización de la persona afectada, cuando se viole gravemente su intimidad.
