Reivindicar al erotismo, cultivar las palabras y canalizar el deseo en tiempos de confinamiento llevó a que un grupo de creativos colombianos utilizaran el poder de la poesía para transmitir en sugestivas llamadas telefónicas las “más íntimas” emociones.
A través de una plataforma web es posible ordenar la dedicatoria de un poema erótico que será susurrado al oído por artistas y promotores de lectura con el consentimiento del destinatario.
Esta llamada “corta, sensual y personal” hace parte de “Susúrrame Cochinadas”, una experiencia literaria que explora en medio del aislamiento por la pandemia del coronavirus el “bello deleite” de desear y sentirse deseado, según explicó Daniel Tapias, director general de Sala sentidos, responsable de la iniciativa.
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Versos en categoría
"Esta experiencia alegra corazones en tiempos de tanta distancia", apostilló Tapia, quien aclaró que "no somos una línea caliente", pues en este ejercicio participa un remitente, un destinatario y un mensajero.
Para entregar esos mensajes que abordan al erotismo sin complejos, con el propósito de proporcionar instantes de "placer, amor y autoestima", fueron elegidos los artistas que con voces diversas dan personalidad a las declamaciones.
La fuerza del erotismo
Gina Quintero, promotora de lectura y una de las creadoras del proyecto, contó a Efe que la idea duró un año en incubación y encontraron la oportunidad para ejecutarla en medio del confinamiento con la ilusión de "reivindicar al erotismo como esa posibilidad de transgredir las fronteras y confrontarnos a nosotros mismos y a nuestros deseos".
Para ella, que presta su voz en algunas llamadas, dentro de la poesía el erotismo es un "pedazo aislado" que había perdido protagonismo.
"Piensan que está muy ligado a la sensualidad, pero poco al cultivo de las palabras", acotó la licenciada en ciencias sociales, quien considera que el erotismo está cargado de "emoción, transgresión, trascendencia y humanidad".
Un viaje consensuado
El viaje por esta experiencia, que inició hace tres semanas con una tarifa de siete dólares y más de 3.000 visitas en la página, despega para el destinatario con un "hola, te llamo desde Susúrrame Cochinadas; hacemos dedicatorias de poemas eróticos por teléfono".
Como creen en el "valor de lo consensuado", preguntan si desea continuar con la llamada y a través de la plataforma, además, solicitan los nombres completos en un formato de compra, en el que también el cliente selecciona el tipo de relación (amigos, novios, esposos, amantes, otros), la categoría del poema y la voz (masculina o femenina).
"El 98 % de las personas han aceptado la llamada", detalló Quintero, y agregó que en medio de las circunstancias por la pandemia están atendiendo en "muchas dimensiones por la urgencia, el miedo y la ansiedad".
Avivar el encierro
El artista experimental Jhonattan Rivero se encarga de recitar con su personaje "Promixkua" los poemas de la categoría "Sucia Poética", que se puede convertir en un "juego performático más osado y de más de exploración e interacción", señaló.
"Si quisieras oír lo que me digo en la almohada el rubor de tu rostro sería la recompensa", es uno de los versos del poema "Casi Obsceno", del poeta colombiano Raúl Gómez Jattin, que suele susurrar.
Entre esas declamaciones, que buscan "afianzar relaciones" y "cercanía" en un momento de poca conexión física, han realizado llamadas a destinatarios en Colombia, Estados Unidos, España y Argentina.
Sorpresa, risa y catarsis
Como respuesta a esos versos diversos han encontrado especialmente sorpresa entre las personas que están al otro lado del teléfono, pero también se ha escuchado llanto, risa nerviosa, catarsis y tartamudeo.
"Es que también es un tema confesional; muchos no se lo imaginan", acotó Quintero
También subrayó que este ejercicio no necesariamente es un gesto romántico y de pareja; puede trascender este tipo de relaciones hasta el punto que han solicitado autodedicatorias.
Entre lo más novedoso de esta aventura –relató la promotora de lectura– está una usuaria que ha hecho recompra del servicio con la idea de alegrar a sus amigos en estos días difíciles por el confinamiento.
“A ella le gusta que los poemas sean de la categoría ‘Sucia Poética’, pero hace la aclaración que le digan a los amigos que es una oportunidad para que sonrían y piensen en otra cosa”, comentó la experta en “bacanales literarios” y “ero-lecturas”. EFE