Un juez brasileño le ordenó a la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai) que le brinde la debida sepultura a un indígena que vivía desde hacía más de 26 años en aislamiento voluntario en la Amazonía, a quien se le consideraba como el último superviviente de su etnia, y que murió en agosto pasado.
La sentencia fue dictada por un juez federal del estado de Roraima ante la negativa de la Funai a sepultar al llamado “indio del hoyo” o “indio Tanaru”, cuyo cuerpo fue hallado el 23 de agosto pasado en una choza en una región aislada de la selva amazónica, informó este viernes el Ministerio Público.
El juez, ante una petición del Ministerio Publico Federal, estableció un plazo de 5 días para que la Funai sepulte al indígena en la misma choza en la que fue hallado muerto, en la tierra indígena de Tanaru, “de acuerdo con las tradiciones de las comunidades de la región”.
La demora en el entierro obedece a que, tras la muerte, el cuerpo del indígena fue trasladado hasta la sede de la Policía Federal, en Brasilia, para los exámenes forenses necesarios para determinar la causa de su muerte.
LEA TAMBIÉN: Fallece el hombre más sucio del mundo que le tenía miedo al agua y al jabón.
Una vez concluida la autopsia, la Policía Federal envió el cuerpo a la ciudad amazónica de Vilhena, en el estado de Rondonia, donde tiene la unidad más próxima al lugar en que residía el indígena.
De acuerdo con el comunicado, el entierro estaba previsto para inicios de octubre pero fue suspendido por orden de la presidencia de la Funai, que alegó que no era de su responsabilidad.
En su denuncia, el Ministerio Público alegó que “la demora en el entierro es una falta de respeto con su dignidad y su memoria, así como con la de su pueblo, las comunidades indígenas de Rondonia y de Brasil y hasta de los funcionarios de la Funai que lo salvaron del exterminio y lo protegieron durante décadas”.
El juez rechazó el argumento de la Funai de que no tiene responsabilidad legal de sepultar el cuerpo, tras concluir que, “por ley, este órgano es la institución responsable por garantizar el respeto a la persona del indígena y la preservación de su cultura”.
TE PUEDE INTERESAR: Esta vez no desfilaron con cubetas, pero sí con calles llenas de huecos.
El indígena fue localizado hace 26 años viviendo solo, después de que muriera el resto de su pueblo, de una etnia desconocida, y era conocido como el “indio del hoyo” por su costumbre de excavar huecos en sus chozas.
En los 26 años en que fue acompañado, la Funai identificó 53 chozas en las que vivió, todas ellas con una única puerta y siempre, con un hoyo en el interior.
En la selva brasileña se han identificado al menos 114 pueblos indígenas que viven aislados. EFE