Milagros y bendiciones acontecerán en Panamá. Y es que es lo que pidieron cientos y cientos de feligreses que celebraron con distanciamiento físico, pero con mucho fervor la fiesta de San Juan Bosco este lunes, 31 de enero, asistiendo a la Basílica, en el sector de Calidonia.
Allí, en medio de un ambiente cargado de misticismo, se oficiaron siete misas, cada una con el aforo del 80%.
Debido a la capacidad de personas que se permitía por medidas de bioseguridad dentro de la Basílica, muchos escucharon las misas desde afuera y esperaron pacientemente hasta poder pasar al patio donde se encontraba la reliquia que simula el cuerpo de San Juan Bosco, que incluye un hueso de su brazo derecho que era el que utilizaba para bendecir a sus fieles seguidores.
Unos agradecían milagros que dicen haberles sido concedidos, otros solicitaban de rodillas favores al santo, muchos pedían por protección en esta pandemia, todos con mucha fe y devoción como acostumbran a hacerlo cada 31 de enero, fecha en que se conmemora la muere del santo, el mismo que según la comunidad católica, sigue vivo 134 años después de su muerte.
La reliquia que se exhibe simula el cuerpo de San Juan Bosco al momento de su entierro y llama particularmente la atención su hueso de su brazo derecho, traído directamente desde Turín, Italia.
Lo cierto es que la celebración religiosa inició desde las 5:30 a.m. con serenata, interpretándole “Las Mañanitas” y siguió durante todo el día con misas y visitas guiadas a la réplica de la casa del patrono de la juventud, justo detrás de la Basílica.
Allí hubo hasta fuegos artificiales y los seguidores del santo colocaban velas.
Antes de retirarse, algunos devotos no se iban con las manos vacías, pues decidían comprar artículos alusivos al santo, mientras que sus corazones se iban llenos de esperanza y de renovada fe.