Un hermoso manigordo tenía el pasatiempo de bajar todas las tardes una cordillera boscosa para visitar a los vecinos de Villa Lucre en San Miguelito dónde encontraba ricos manjares como gallinas y diversas mascotas.
Su caza se dio hasta que lo pillaron, pero mientras nadie lo vio, se dio gusto.
Personal del Ministerio de Ambiente le pusieron una jaula con una presa de pollo, quedó atrapado y se le acabó la fiesta.
En un vídeo se puede oír a uno de los recatistas mostrando el lugar predilecto que el felino usaba para alimentarse.
Cabe destacar que el felino era de un tamaño mediano, por lo que algunos se preguntarán sí la mamá andará también por ahí.
Si usted tiene la oportunidad de ver por el área que reside algún animal salvaje y en peligro de extinción, no dude en llamar a la policía ambiental o al Ministerio del Ambiente y bajo ninguna circunstancia agreda o intente usted mismo atraparle.