El panameño Ángel de León, de 16 años, le dio “gracias a Dios porque todo salió bien” este sábado, cuando montó a un arisco toro en el Festival Folclórico Nacional de La Mitra, que se celebra cada año en esta localidad situada a poco más de 40 kilómetros de la capital de Panamá.
“Uno debe tener fuerza porque jalan (los toros) bien duro, y ser rápido también”, explica De León tras la faena, que ha tenido lugar en un concurrido recinto ferial.
Varios jóvenes como De León han participado en los llamados juegos de toros, un rodeo que se erige como una de las principales atracciones de la feria de La Mitra, que comenzó el pasado jueves y cerrará este domingo con otra tanda de esta retadora actividad, además de un desfile.
Lo más difícil de montar toros “es que uno se tiene que mantener con la cara hacia atrás porque te puedes lesionar parte del rostro, y si te caes te tienes que tirar hacia afuera porque si no te puede golpear. Son animales muy agresivos”, relata De León, que asegura que comenzó en el rodeo a los 11 años.
“Lo veo como un deporte. Me gustaría ir a México y a Estados Unidos”, agregó el jovencito, nacido en el distrito de La Chorrera, donde está situada La Mitra.
Rolandín González, organizador de los juegos de toros, recalca que esta es una actividad tradicional, que logra sacar adelante entre otras cosas porque “las amistades traen los toros”.
A los bovinos “lo sacamos del camión, se les amarran sogas delante y atrás para que brinquen y lo monta” el retador, que debe permanecer el mayor tiempo posible sobre el animal, explica González.