Los cierres de la vía Panamericana a lo largo de cinco puntos en la provincia de Chiriquí se han convertido en un dolor de cabeza para gran parte de la población, que a toda hora busca la forma de obtener dos productos que más se escasean: gas y gasolina.
Este martes, cuando las protestas sobrepasan los 15 días y los grupos que realizan los bloqueos abren por espacios de una hora, se observaron largas filas tanto en las estaciones de gasolina como en las plantas de distribución de gas licuado.
Javier Concepción, vendedor de una de las empresas de gas, dijo que todos los días se acerca un gran número de personas en busca de los tanques de 25 libras, porque en las tiendas o supermercados llegan pocas cantidades y en menos de 20 minutos se venden.
“Incluso, hemos observado discusiones y peleas entre la gente, además de que muchos, en su desesperación, nos insultan o nos faltan el respeto por no poder suministrar el producto a todos.
INTERESANTE: Arroz con tuna. El almuerzo dado a los del diálogo por parte de los ngäbes.
Igual sucede con los despachadores de combustible, quienes han tenido que soportar gritos y señalamientos.
OTROS PRODUCTOS
Cabe resaltar que las estanterías en algunos sectores también se encuentran vacías, sobre todo en dónde se ubican los puntos de lucha, razón por la cual sus residentes han manifestado sentirse secuestrados en sus propias comunidades.
En la provincia de Chiriquí son cinco los bastiones de lucha que se mantienen, Horconcitos, San Juan, San Félix, El Salado y Tolé, mientras que en la línea que divide la región con Veraguas, se mantienen activos los puntos de Ojo de agua y Viguí.
Con información de Zoila Mayanis Chávez