Una madre a la que le dijeron que solo le quedan dos semanas de vida celebró la Navidad por adelantado frente a la hoguera con sus hijos.
Sara McLaughlin, de 37 años, fue diagnosticada con cáncer de seno en 2016 después de descubrir que su familia portaba el gen BRCA1.
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A pesar de los extensos tratamientos de quimioterapia y radioterapia, le dijeron en 2017 que su cáncer era terminal después de que la enfermedad se extendió a su cuello y ganglios linfáticos.
A la madre de tres niños le dijeron que le quedaban pocas semanas como resultado del cáncer el 6 de septiembre, después de que fue al hospital con un dolor agudo alrededor del cuello.
A Sara le dijeron que su cáncer se había envuelto alrededor de su vena yugular y que era poco probable que sobreviviera por más de dos semanas.
En declaraciones a Manchester Evening News , dijo: “Vamos a tener la mañana de Navidad con regalos, seguido de la cena de Navidad y luego por la noche también tendremos una noche de fogata”.
Agregó que su situación “ahora es solo una bomba de tiempo. Para ser honesta, estoy más asustada por mis hijos que por mí. Tomaré cualquier dolor que el cáncer me provoque, pero lo peor fue decirle la verdad a los niños”.
Sara se encuentra actualmente en casa con sus tres hijos de 19, 11 y cuatro años y su compañero sentimental.
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En un doble golpe para la familia, la madre de Sara también fue diagnosticada con cáncer terminal a causa del mismo gen BRCA1.
“Solo quiero hacer tantos recuerdos con los niños como pueda”, comentó con emotividad.