El primer proyecto europeo de placenta artificial ha logrado mantener con vida durante varias horas un feto de oveja, gracias a un modelo experimental.
Según explicó en una conferencia en Barcelona Eduard Gratacós, director del centro de medicina fetal BCNatal que impulsa este proyecto, la investigación se encuentra en un momento “en el que la prueba de concepto está demostrada” con la conservación durante un período largo de tiempo de un feto de oveja.
Gratacós recordó que “es un campo inexplorado”, lo que supone “un reto para todos los especialistas que se unen al proyecto”.
El objetivo de este estudio es lograr incrementar la supervivencia de los bebés prematuros extremos, nacidos antes de las veintiocho semanas, y minimizar las graves secuelas neurológicas que sufre una gran parte de los recién nacidos antes de tiempo.
La placenta artificial es una idea con más de seis décadas de existencia, pero solo los avances clínicos de los últimos diez años han dado pie a pensar en su aplicación real.
En esta placenta artificial que plantean los investigadores, el neonato estaría situado en un entorno físico líquido lo más parecido al útero materno, dentro de un recipiente blando hecho con materiales biocompatibles y protegido de luces y sonidos externos.
El feto estaría conectado, a través de su cordón umbilical, a un oxigenador, que le aportaría oxígeno y nutrientes, hormonas y otras sustancias que recibe de la madre o que produce directamente la placenta.
Aparte del proyecto impulsado en Barcelona, que es el primero en Europa, hay otras tres investigaciones en marcha, dos en Estados Unidos y una en Australia.
El grupo de investigación de BCNatal cuenta con profesionales de distintos campos clínicos, como ingenieros, biólogos o médicos de todas las especialidades y esperan en “unos cinco años” lograr su objetivo.
Según Gratacós, “el reto es muy ambicioso, pero tarde o temprano la placenta artificial será una realidad en la medicina”. (EFE)