Un panel internacional de expertos forenses presenta desde este martes y hasta el 3 de febrero en el Palacio de Tribunales de Santiago los resultados de la investigación sobre la muerte del Premio Nobel Pablo Neruda, ocurrida 12 días después del golpe de Estado de 1973 que derrocó al Gobierno de Salvador Allende.
Los panelistas, procedentes de laboratorios de Canadá y Dinamarca, entregarán ante la ministra en visita para causas por violaciones de Derechos Humanos Paola Plaza y el ministro de la Corte Suprema Mario Carroza sus conclusiones definitivas sobre si la muerte del poeta, diplomático y senador del Partido Comunista chileno se debió a causas naturales –sufría un cáncer de próstata– o intencionales.
“Este es un panel de expertos del más alto nivel internacional, casi inédito por la expertise de las personas que participan y es una demostración de la ciencia al servicio de la investigación penal”, dijo Plaza en su presentación.
El abogado querellante y sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, destacó a EFE la importancia de esta cita para “conocer la verdad sobre la muerte de Pablo Neruda, que está pidiendo Chile y el mundo entero”.
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UNA BACTERIA “INCOMPATIBLE CON LA VIDA”
Este es el tercer panel de expertos forenses que se convoca para este propósito. En 2017 otro grupo internacional –el segundo– determinó que Neruda no murió de cáncer como indica su certificado de defunción y se dijo a la opinión pública.
“En aquella oportunidad se encontró gran cantidad de (una bacteria llamada) Clostridium Botulinum que es incompatible con la vida humana en un molar del tío que estaba intacto y que periciaron los laboratorios de Canadá y Dinamarca”, explicó Reyes.
Los expertos recomendaron entonces efectuar un análisis genómico al Clostridium Botulinum en los restos del poeta y los sedimentos del lugar de su inhumación.
“Los estudios podían establecer si se trató de una cepa manipulada en laboratorio y esa sería una conclusión muy importante que podría definir el curso de la investigación”, apuntó la magistrada Plaza.
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DUDAS DEL CHOFER
Las dudas sobre las causas de la muerte de Pablo Neruda se instalaron en 2011, cuando su antiguo chofer, Manuel Araya, afirmó en una entrevista que en su ingreso a la Clínica Santa María, un centro privado de Santiago que lo atendía, le inyectaron una sustancia desconocida en el estómago.
Lo ocurrido en la clínica levantó sospecha porque, según denuncia la familia, el doctor que supuestamente atendió a Neruda entregó su turno a otro médico -el Doctor Price- que nunca ha sido encontrado.
“Al morir Neruda jamás fue señalado, mencionado o anunciado como médico de esa clínica. No existió entonces ningún facultativo en Chile con ese apellido, ni chileno ni extranjero”, indica un comunicado de la familia.
En 2013, el juez chileno Mario Carroza ordenó la exhumación de los restos del poeta y se realizaron los primeros exámenes toxicológicos, que no dieron evidencias de muerte por causas no naturales.
Tras la insistencia de los sobrinos y la solicitud de nuevas investigaciones, se encontraron sustancias que levantaron sospechas de una posible intervención de terceros.
Si bien la nueva investigación tenía que durar un año, la pandemia y “dificultades e impedimentos tanto de entidades públicas como privadas”, dice Reyes, retrasó la entrega de los resultados que, finalmente, se conocerán la próxima semana.