La firma Mossack Fonseca, cuyos documentos filtrados lanzaron la masiva investigación Panama Papers sobre las sociedades offshore, presentó una demanda contra Netflix por la forma en la que son mostrados en la película The Laundromat (El lavadero), ya que argumentan que complicará su situación judicial.
Jurgen Mossack y Ramón Fonseca, que en la ficción son interpretados por Gary Oldman y Antonio Banderas, indicaron que son retratados como “abogados descuidados y despiadados involucrados en el lavado de dinero, evasión fiscal, sobornos y otras conductas criminales”, y por ello solicitaron a la justicia estadounidense que detenga su difusión.
“Laundromat”, del director estadounidense Steven Soderbergh, narra los intrincados caminos del dinero sucio que pasa por el país centroamericano, foco del escándalo del 2016 que mostró cómo el bufete panameño creó numerosas sociedades opacas, algunas de las cuales sirvieron a personalidades de todo el mundo para evadir impuestos y blanquear capitales.
Los abogados de la empresa (que cerró en 2018) dijeron que la película podría originar nuevos cargos en los procesos judiciales que enfrentan e interferir con el derecho a un proceso imparciaL, reseña AFP.
En la trama, Meryl Streep interpreta a una mujer que perdió a su esposo en un accidente de bote en el que murieron otras 20 personas. La empresa, según el guion, se benefició económicamente por esta tragedia.
Soderbergh ha manifestado que a través de Netflix pretende llegar a un público más amplio para tomar conciencia sobre el daño que produce la corrupción y los paraísos fiscales. La película compite por el León de Oro de la actual edición de la Mostra de Venecia.
Tras divulgarse los documentos de la empresa, Panamá aceleró una serie de reformas para blindar su sistema financiero y el gobierno actual trata de lavar la imagen exterior del país, que aparece periódicamente en listas sobre paraísos fiscales y lavado de dinero, para atraer inversiones.
Al conocerse en Panamá el trailer del filme, algunos abogados, economistas y empresarios criticaron en redes sociales la obra cinematográfica y mostraron su temor a que afecte negativamente la imagen exterior del país.
“La película no hace la diferencia porque en el imaginario exterior Panamá es visto como un paraíso fiscal”, dijo a la AFP Enoch Adames, ex coordinador académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).