A pesar del peligro al andar en la noche en medio del bosque y del cansancio que genera caminar largas trochas, los biólogos Marcos Ponce y Abel Batista sienten pasión y curiosidad para emprender la búsqueda de nuevas especies para la ciencia en los densos bosques del país.
Algunas veces encuentran especies en peligro de extinción o raramente observadas que son anexadas a los reportes científicos de la República de Panamá.
Su más reciente expedición la realizaron en el sendero El Pianista, ubicado en el Parque Internacional La Amistad (PILA). Se trata de una trocha que inicia en el distrito de Boquete, cruza la Cordillera Central y llega al mar Caribe en la provincia de Bocas del Toro.
Sin embargo, ellos llevan más de diez años realizando estudios y exploraciones herpetológicas en el Istmo.
Le puede interesar: Doctora Rosa llegó tu reemplazo. Ella es Sara y está bien codiciada por ser la mujer del dinero
“Entre todas las giras de campo esta fue la más difícil, nos aventuramos solos y sin guía, lo que es muy riesgoso, pero asumimos el riesgo. Nos preparamos con alimentos y equipo de campo para emprender una travesía de una semana que comprendió desde la división continental, hasta un río conocido con el nombre de Velorio. Allí encontramos una especie nueva para la ciencia, ya que solo vimos dos individuos durante una noche de búsqueda y regresamos para terminar de colectar datos que nos quedaron pendientes para el reporte científico”, narra con satisfacción del deber cumplido, el biólogo Batista, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI), Categoría I y del Programa de Inserción de becarios de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT).
Estos apasionados por la vida animal confirman que en total “Se registran 16 nuevos reportes de distribución, que aportan información relevante para el desarrollo de planes y estrategias de conservación para estas especies que poco se conocen en Panamá”. A sabiendas que en el oeste de la República de Panamá existen alrededor de 140 anfibios y más de 200 especies de reptiles.
“En esta publicación aumentamos estos números proporcionando, los primeros registros de país para Smilisca manisorum y Lepidophyma reticulatum. En el oeste de Panamá, informamos por primera vez Pristimantis taeniatus, Pleurodema brachyops, Leptodactylus fuscus y Mastigodryas pleei. Además, ampliamos los rangos de distribución conocidos de Basiliscus plumifrons, Anolis auratus, A. capito, A. cryptolimifrons, A. humilis, A. kemptoni, A. pseudopachypus y Geophis godmani en el país, e incluimos notas adicionales para Bothriechis supraciliaris y Bachia blairi” explica Marcos Ponce, quien es egresado de la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI).
La mayoría de los especímenes recolectados ahora forman parte del Museo Herpetológico de Chiriquí, una colección recientemente establecida en el oeste de Panamá, que sirve como referencia científica herpetológica en la región.
Como muestra de sus investigaciones en campo se resalta que, en el 2014, estos dos caballeros de la ciencia descubrieron una nueva especie de rana (Andinobates geminisae), la cual es venenosa y de color naranja brillante localizada en Donoso en la provincia de Colón.
El anfibio recibió ese nombre científico en honor a Géminis Vargas, esposa del biólogo panameño Ponce, gracias a su valiosísimo apoyo al estudio de las ranas. Hasta el momento han descrito 28 especies nuevas para la ciencia en Panamá.
Pero ellos no trabajan solos, en el año 2010 se unieron a estas expediciones los alemanes Andreas Hertz y Sebastian Lotzkat del Instituto y Museo de Historia Natural Senckenberg de Frankfurt.
Este grupo de hombres y mujeres exploradores, que van en busca de lo desconocido en la vida salvaje de la herpetofauna, han explorado un sinnúmero de veces varios sitios, entre ellos: Progreso, Puerto Armuelles; Aserrío de Gariché; Bajo de Minas en el Río Chiriquí Viejo; Santa Clara; Cerro Pando, en Bocas del Toro entre Río Clarito y Río Changena; Las Tablas, bocas del Toro; Sendero Los Quetzales, Parque Nacional Volcán Barú; Río Macho de Monte; Cabecera de Cochea; Palmira; David; Los Algarrobos; Playa La Barqueta; Querévalos, Alange; Río Chiriquí; Reserva Forestal Fortuna, Bosque Protector Palo Seco; Distrito de Santa María, Veraguas; Donoso, Colón; Valle de Antón.
Algunas de las especies reportadas recientemente son:
También puede leer: Necesitamos héroes. Solicitan a recuperados de COVID-19 donar su plasma
Rana de cuatro ojos (Pleurodema brachyops)
La rana de cuatro ojos se distribuye desde el norte de Brasil hasta Panamá. En Panamá, se ha informado que ocurre en el bosque seco de las tierras bajas del Pacífico en las provincias de Panamá, Coclé, Herrera y Los Santos. Aquí ampliamos el registro distributivo ca. 152 km al oeste del distrito de Montijo, provincia de Veraguas, Panamá que fue colectado y registrado por W. Duellman 3.4 km al norte de Montijo en la década del 1970.
Lagartija cabeza lisa (Bachia blairi)
Este raro lagarto es conocido de la Península de Osa en Costa Rica (seis especímenes), y del holotipo recolectado en las tierras bajas del cercano extremo oeste de Panamá en Puerto Armuelles en el año 1940. Encontramos dos especímenes cerca de la frontera entre Panamá y Costa Rica, en el río Chiriquí Viejo. Este registro extiende la distribución altitudinal desde 40 metros a 515 metros de elevación.
Lagartija nocturna de Costa Rica (Lepidophyma reticulatum)
Aunque la especie ha sido considerada endémica de Costa Rica restringida al lado del Pacífico, desde la región de Tilarán hasta la Península de Osa y San Vito de Java. Encontramos seis especímenes de Lepidophyma reticulatum y recolectamos dos de ellos en las orillas del Río Chiriquí Viejo. Este registro extiende el rango de distribución de esta especie en Panamá, a unos 21,6 km al SE de San Vito, provincia de Puntarenas, Costa Rica.
Bocaracá Manchada (Bothriechis supraciliaris)
Poco se sabe sobre la historia natural de esta especie, aparte de que es terrestre y arborícola, crepuscular y nocturna, y que la mayoría de los individuos se han encontrado en el suelo o bajo en árboles o arbustos.
“Nosotros reportamos cuatro individuos aquí, uno en el Rio Macho de Monte en el Distrito de Tierras Altas, Santa Clara, Cabecera de Cochea y en Palmira, Boquete. El espécimen encontrado en el río Macho de Monte, se colecto por la mañana en un bosque secundario mientras estaba posado en una roca a lo largo del río Macho de Monte. El espécimen de Palmira se encontró a 1,5 m del suelo en un arbusto de café. En Cabecera de Cochea, se encontró a las 23:15 h. colgando de una rama a 0.5 m sobre el suelo en la maleza del bosque de galería cerca del Río Cochea a una temperatura del aire de 17.7 ° C y 89% de humedad relativa del aire. En Santa Clara, un juvenil, fue encontrado alrededor de las 22:00 hrs. moviéndose sobre la hoja palmeada de una Ciclantácea a unos 2 m sobre el suelo en un bosque secundario. No muy lejos, otro individuo se encontró poco después de la medianoche, a aproximadamente 1 m por encima del suelo en la hoja de un helecho arbóreo bajo a menos de dos metros de un pequeño arroyo. El menor estaba ocupado tragando una rana de lluvia (Craugastor fitzingeri) de atrás hacia adelante”.
De seguro que mientras usted lee estos nuevos reportes, el saber científico perfecciona sus técnicas para adentrarse en lo desconocido y descubrir de entre las entrañas del planeta las especies que aún no sabemos que comparten nuestro ecosistema.
Cortesía SENACYT