Antes de que empiecen los criticones a decir que el título de este escrito no cumple con las reglas del idioma, debo decirles que hoy 28 de diciembre, lo escribo así porque me da la gana. Aquí hay gente que no cumple con reglas divinas, como los Diez Mandamientos, sobre todo aquello que dice “No robarás”. Así que nadie me puede criticar por tomarme una licencia.
Aclarado esto, quiero evocar aquel capítulo de los Simpson en donde el ayuntamiento aprobó que la población hiciera lo que le diera la gana sin reglas. Hoy voy a hacer eso con mi escrito. Nos las pasamos trabajando toda la vida. Pregunto ¿Te compras algo para ti todas la quincenas? ¿Te paga un sueldo para tus gustos? Miren, esto es tan sencillo. Todos necesitamos un día para uno. A veces, hay que descansar hasta de la familia. Si tienes títulos universitarios o varios trabajos, ¿quién te pregunta por el esfuerzo que hiciste o por el tiempo que te consumen estas actividades?. Solo piensan en ver que tienes y que no tienes. La ayuda a los familiares, no debe ser una obligación. Del mismo modo, los amigos. Te abordan con pedidos, y planes de pagos, pero a la hora de la hora. Ni se acuerdan que te deben. Amnesia y silencio total, cual político culpable.
Estamos viviendo en tiempos modernos. En las redes sociales, la gente se desahoga y la moda ahora parece llenar las mismas de insultos y palabras soeces, cual lengua de barrio. Los corruptos nos quieren dar lecciones de moralidad. Los ladrones nos quieren hacer ver que están al servicio del pueblo. Algunos quieren que aceptemos sus ideas simplemente porque les da la gana. Lo cierto es que cada uno expone su punto de vista, pero la intolerancia está a flor de piel. La discusión eterna y banal, sobre las pasitas en los tamales. Esa discusión parte de un elemento equivocado. Mi bisabuela que era una autoridad en tamales, nació en 1900, y que tenía más tiempo para saber sobre el origen de esa discusión, decía que un tamal no era tamal si no tenías ciruelas pasas. ¿En cuál momento entraron las pasitas en la discusión? Simplemente como un bochinche se tergiversó el asunto. Ella murió en 1970. No había redes sociales. Ni quiero hablar del guandú. No voy a perder minutos de mi vida hablando de esa vaina.
Los zurdos quieren venir a lavarme el cerebro de que los pobres también tienen derecho a comer la rosca cara navideña. Que también tienen derecho a comer jamón y pavo. Pero lo que no te dicen es que para comprar eso se necesita dinero, y ese no hay. Para no descartar esa tesis. Algunos inventaron las ayudas sociales, los auxilios económicos y las luces navideñas. Les dejaron esa tarea a los gobiernos locales. Aprovechando matar dos pájaros con un solo tiro, dan la ayuda condicionada y de paso, su causa electorera y la rebusca de rigor.
El ser humano, tiene libre albedrío. Pero para vivir en sociedad tenemos que limitar el alcance de nuestras acciones. El 24, con el apagón, casi se acaba el mundo. Yo, el moralista riposto. Ese mundo del consumismo y modelos importados se derrumbaba. ¿Y el que vive allá en la montaña, donde no llega la energía eléctrica y toman agua de pozo? Como diría Hilde, “No Jodan”. Ya nos han fregado con varios periodos presidenciales, si yo me conformo con la patas y las alas de una gallina dura, y además del concoloncito con la salsa de esa gallina. Eso no se me puede olvidar por más alto cargo que tenga.
A pesar de que diga que la vida es injusta. En algún momento se encarga de balancear algunas cosas. En la estructura de los tecnócratas, el pobre tiene una carga impositiva baja. Al rico ni le hace cosquillas. Los congos del medio, tienen que cargar con la brecha amortiguadora. No usa los servicios de educación y salud estatales. Consumen y mueven la economía. Se aguanta callado los aumentos de los servicios públicos y de los que ahora son vitales como internet, por ejemplo. Y me viene con la vaina de los tamales y las pasitas.
No escribo más. Feliz Día de los Inocentes. Como diría Fonseca…”Que me parta un rayo si….”
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté mal.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.