Luego de tanta viveza. Seguro, hemos aceptado o piensan que hemos aceptado, la necesidad de que nos hacen un favor recogiendo la basura, importando arroz y cebollas, ahora nos llevan, para algunos, a una necesidad superior. Las fiestas de fin de año, siempre son unas fechas en las cuales los panameños que pueden, procuran tener una mesa abundante, algo de ropa nueva y unos regalitos para los seres queridos. La mayoría, lo hace producto se sus ahorros, su trabajo, el pago de la tercera partida del XII mes y hasta con los conocidos “Susú”. Esto no tiene nada de malo. Seguramente no todos los panameños y/o residentes del país puedan hacer esas cosas, por todo lo que hemos pasado desde marzo del 2020 hasta la fecha
Jamón, bolsas de comidas, juguetes, etc
Es tradición nuestra, comer jamón y pavo en las festividades de fin de año. También, una costumbre de recibir una bolsa navideña de parte de las empresas, para su colaboradores y/o sus respectivas variantes (rosca y jamón, pavo y papas, etc), Tampoco tiene nada de malo eso. El daño a esa práctica, la ha provocado el uso de prácticas políticas, utilizando el clientelismo y la necesidad de la población, como un reclamo de partidas por parte de los gobiernos locales. Estas prácticas, están amparadas por políticas públicas, que por ningún lado dice, que deben convertirse en políticas partidistas, y lo que es peor, en políticas reeleccionistas.
Nuestro país ha firmado muchos tratados e iniciativas mundiales. Las más importantes o visibles son los Objetivos del Milenio y los Objetivos de Desarrollo. Muchos de estos objetivos buscan corregir algunas desigualdades, en donde se supone, los Estados/gobiernos, son los actores principales. Aquí, como en otras latitudes, se ha armado un andamiaje para crear instituciones y utilizar recursos para otros fines muy diferentes a los originales. Lástima que esas acciones hayan sido incubadoras del juego con el dolor ajeno. Con tanta tecnología, ¿Por qué debemos madrugar para que te den un jamón? ¿Por qué debe ser visible la cara de la autoridad local si eso no se compra con su plata? ¡Tenemos que empezar a exigir respeto, y lo más importante…debemos respetarnos a nosotros mismo!
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté mal.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.