Con otros temas, y que todo se lo achacan a la pandemia. Siguen creando crisis. Nosotros muchas veces pecamos de alarmistas. Tenemos que resignarnos a que el mundo cambió. Con esta inflación, nos tocará cambiar ciertos hábitos para poder sobrevivir. Nos peleamos con el comerciante porque nos sube los precios, cuando otros presupuestan con fondos del Estado, “boquitas” y manjares como si en este país la economía estuviera boyante. En buen panameño lo voy a decir. Andamos engrapados por cuenta propia. Pero la cuenta grande, se nos a pasar cuando tengamos que pagar la enorme deuda. Esa deuda, que en algún porcentaje, ha llenado los bolsillos de los que se creen los dueños de este país, y para los que hay un puñado de caraduras, defensores de lo indefendible y se llenan la boca con las migajas de sus amos.
Importación de Arroz y cebollas
Somos comedores de arroz. Eso no lo puede negar nadie. Esa necesidad la han explotado los gobiernos con complicidad de los importadores. Y es así, porque ahora los importadores y/o sus amigos son políticos. Todos, cuando son oposición, critican las importaciones de arroz y cebollas. Que si cebollas podrida, que si arroz de Guyana, etc. ¿Cómo se reparten las cuotas de importación? ¿Quiénes son los importadores que siempre se benefician de estas importaciones? Aquí viene la pregunta del millón. Si el gobierno tiene injerencia en esa importación, ¿por qué no recibimos un producto barato? ¿Esas importaciones las pagan con el atraso que se le paga a los productores nacionales? ¿Cuánto cuesta la libra de arroz que viene de afuera?
Aquí ya llegó el momento de castigar a los especuladores. Si tenemos que dejar de consumir o consumir menos arroz y cebollas, tenemos que hacerlo. Esta gente no nos respetará mientras seamos rehenes de una necesidad. Todos estos funcionarios que salen a defender los desaciertos de los gobiernos, viajan en autos con combustible pagados por Estado. Pena da verlos en los noticiarios hablando como si tuvieran empatía con los de a pie. Cada vez que oigo y veo a esta gente hablando, me pregunto: ¿Dónde está Mirones? Poco le faltó decir en campaña que nunca faltaría arroz y fue el primero que salió como pepita de guaba por bocón. Todo, absolutamente todo, está hecho para que las cosas no cambien.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a Los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.