Con el tema de la educación, tenemos un pendiente enorme. Hay educadores comprometidos en elevar el nivel educativo, pero las Políticas del Estado, no están a la altura de ese compromiso. Miramos entonces a lo que se refiere a salud. Honestamente, no entiendo por qué mi mamá, mi abuela, mi vecino, mi amigo, mi conocido, tienen que madrugar para poder ser atendido en el sistema de salud panameño. Desde que tengo uso de razón, tenemos ese problema. Pero si tengo recuerdos buenos. Las jornadas de salud en las comunidades. Desde la vacunación hasta la atención médica en las escuelas e iglesias. Eso se perdió, y con eso se crearon los Centros de Salud, con los politizados comités de salud.
Creo que unos de los principales problemas, es la falta de medicina preventiva en las comunidades. Los Centros de Salud, los Ulaps, etc, han tratado de llenar ese vacío en las comunidades. Solucionan por las cercanías a las comunidades, pero todavía hay que formar filas largas. Y eso que en algunas comunidades, hay estructuras del Ministerio de Salud y de la Caja de Seguro Social. Algunos tienen una infraestructura de terror. Con solo ver los cielos rasos y los baños, te das cuenta de parte de la situación. El lema aquel: “Salud igual para todos”, jamás ha sido una realidad. Lo que si va a ser una realidad es la bomba de tiempo de la Caja de Seguro Social, que combinada con la impaciencia justificada de población, nos explotará en la cara y de la que vaticino una indignación nacional a gran escala.
Solo basta ver el permanente desabastecimiento de las medicinas. No importa si la Caja no tiene y la farmacia privada si la tiene. El detalle es, que los más necesitados no tienen plata con que comprarlas y lo que te descuentan de seguro social, simplemente se pierde en una cuota esperanzadoras para una posible pensión. La reflexión sería si es más importante un caudal político de unos pocos versus la tranquilidad de nuestra población. Es un tema duro...si, pero es una tema que no se puede postergar más.
Todas, esos compromisos internacionales, solo los cumplimos creando instituciones, pero debemos crear la mejor institución del mundo para los panameños: Credibilidad para desarrollar una política de salud coherente, inclusiva, moderna y justa. En unas palabras que se le atribuyen a Ismael Mejía decían “Dejé de creer en palabras bonitas, y comencé a creen en los hechos…” y todavía algunos se preguntan la génesis del descontento popular.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.