Loma La Pava
Revisando una foto de aquel poblado donde viví hasta septiembre de 1976, me hizo pensar en lo noble, y a veces mogo, que es el pueblo panameño. Nos sacaron de aquel poblado, ni idea en ese entonces si el vivir tanto tiempo en ese lugar, teníamos derecho a esos terreno (bueno, le iban a dar uno a un florista). Solo que al sacarnos de ahí, dijeron, que iban a hacer un Hospital Materno Infantil. Al final del tema, los terrenos fueron vendidos. Ya los fundadores habían sido “exiliados” a San Isidro, Cerro Batea, etc…porque supongo, eso era los que nos merecíamos…46 años después, no se hizo ningún hospital. Esto, lo pongo como ejemplo, de cómo a través del tiempo, nos hemos conformado con migajas y decisiones antojadizas de políticos y/o quien ostente el poder. El dicho este, muy de moda ahora, “Sin lucha no hay victoria”, lo comparto, pero lo comparto y lo apoyo, depende de quién lo diga. Las luchas de las comunidades, difícilmente serán peleadas por alguien fuera de las entrañas de esas comunidades. Si lo hace, es porque tienen algún interés particular. Esa, ha sido la máxima de nuestra historia, con muy pocas excepciones. Los mismos “yopeadores” de antes, son los de ahora. No nos dejemos engañar. Solo han variado el método de robarnos.
De Loma la Pava hay historias diversas de cómo surgió esa comunidad. Pero recuerdo que las matriarcas de las familias, en mi caso mi bisabuela. Eran las integrantes de la Junta Católica, donaron los santos, construyeron la iglesia y le pagaban a los primeros maestros (esto último lo sé por las historias de boca en boca). En esa escuela donde en el comedor escolar te daban comida de verdad, no los tan cuestionados programas del Vaso de Leche y la Galleta Nutricional, ni el de la comida deshidratada. Sopa, arroz, cremas, etc Esa comunidad estuvo andando sola, hasta que llegaron los Representantes de Corregimientos. Más allá de las historias que nos contaron nuestros mayores, de la política rancia antes de que tuviera uso de razón. Para mí se convirtieron en el inicio de la pudredumbre que tenemos hoy. No sé si son ideas mías, pero las cosas bonitas de algunos modelos y sistemas, solo suenan bien cuando la leemos en textos, y que nos parecen una maravilla, pero que en la práctica, no son más que “él que come callado, come dos veces”.
Allá en La Loma, estaba la gente que hacía bollos de maíz, estaban los que vendía frituras, estaba la señora que vendía “domplín” con picadillo. También estaba la comunidad que hacía una colecta para enterrar a sus muertos. Esa era la gente que cuando ganaba en la lotería iba a comer a los restaurantes La Gran Formosa o al Lung Fung (el primero ya no existe y para el segundo la propaganda es gratis). Así lo hacían y lo hacen muchos panameños. Esa gente que solo quiere tranquilidad, una vida mejor, pero muchos se empeñan en hacérsela difícil, por las avaricias y el rencor eterno que tienen con la vida. Los luchadores de verdad, saben que la cosa es dura…simplemente necesitan una oportunidad. La batahola de los que se “han hecho” nuevos ricos, no tiene nada de malo. Lo malo lo tienen aquellos nuevos ricos que sin esfuerzo, ni riesgos, le han metido mano a la cosa pública con el amparo de subterfugios legales, bajo la mirada despreocupada y cómplice de los que deben controlar, y aplicar justicia.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Corte Suprema de Justicia admite demanda contra la Unachi