Primero saludar a todos aquellos lectores que se identifican con mis escritos.
También un abrazo enorme para aquellos que de manera respetuosa, me hacen llegar sus opiniones diferentes a la mía. Muchos, estamos esperanzados en conseguir un trabajo, ganarnos la lotería, a que la mata de plátano y yuca que sembramos en el patio de frutos para gastar una platita en eso. Pero, el trabajo se está convirtiendo en un privilegio.
Ganarnos la lotería, más allá de conocer que es un tema de probabilidades, y que la excepción, ha sido la inexplicable racha ganadora de El Gordito en la pandemia. Lo de los plátanos y las yucas, sería realidad si tengo un pedacito de tierra en la casa o en algún terrenito por ahí.
El panameño de pie, es aquel que sale todos los días a buscar trabajo, a trabajar que no tiene fueros ni privilegios. Aquel que forma su fila para subirse a la chivita, el Metro bus o al Metro, sacando cuentas a ver si tiene saldo en la tarjeta. Aquel que va a la universidad con el pase justo, y si tiene suerte, tendrá los 50 centavos para comprar una comida de a peso en la universidad.
Aquel que tiene un dilema.
¿Pago en internet para que los pelaos puedan conectarse, la luz o el agua?. Pero alguien inventó cobrar el agua en el mismo recibo de la luz? Sí, las obligaciones tenemos que pagarlas, pero las obligaciones sociales debemos pagarlas hastacon intereses.
A estas alturas, que le interesa al panameño de a pie si quitan el subsidio del arroz a los productores, si ya les han saqueado el bolsillo obligándolos a comprar arroz caro.
Algunos pueden almorzar en restaurante de comida rápida, mientras otros tienen que ver si sobró concolón con salsita del día de ayer, para llevar su almuerzo del día siguiente. No es dramatismo, es la realidad de primera mano, que viven muchos panameños.
Las políticas públicas, deben ser eso, públicas. La política partidista, no puede ni debe ser, un ente favorecedor de esas políticas, que no sea para los más necesitados. La historia en este país, ha sido todo lo contrario en favorecer a la gente que de verdad lo merece.
Se ha utilizado el dolor de muchos para incluir ayudas clientelistas y mafiosas, con los dineros del Estado. Solo basta ver algunas comunidades, que en algunas áreas, no han avanzado, desde que se crearon como corregimientos o distritos. Y no han avanzado, porque el verdadero alcance social, lo han frenado con parches y no con soluciones integrales.
Las situaciones de la vida, deciden quiénes son ricos y quiénes son pobres. Si nos toca ser pobres panameños de a pie, con orgullo debemos serlo, pero que no vulneren nuestra dignidad, o sean obstáculo para decidir nuestro futuro, porque muchos, están luchando para salir de la pobreza por su cuenta.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a lo que esté mal.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos. Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis. :)