En mi tiempos de juventud, había un dicho: " el que toca aquí, toca cara”. Esto salía a relucir en las peleas o en la defensa del honor, bajo la arenga del grupo que quería ver pelear a otros, como un espectáculo que nos sacaba de la rutina. Me pregunto, ¿quién tocará base para defendernos de los que están acabando con el país?. La respuesta que se esperaría es que nadie, pero sería injusto de mi parte decir que no hay nadie haciendo nada. Es ahí donde tenemos que mirar y generar situaciones que toquen la conciencia de todos los que vivimos en este país.
Estamos ahogados de los escándalos, no de la lluvia que cae del cielo
La situación marea. Nos hemos acostumbrado a los escándalos, como aquellos en Asia que ya no pueden vivir sin el Monzón. La mayoría de esta peste que vemos a diario, son productos de algunos que se roban los dineros públicos, de otros que se creen por encima de la ley, de aquellos que teniendo mando y jurisdicción, o son cómplices y/o incapaces de asumir las responsabilidades del cargo. Existe una tramoya jurídica que enmascara esto, en una lenta peregrinación de recursos y garantías, que solo sirven para aquel que tiene mucha plata e influencias políticas. Y sí, “… que será de mis hijos, que será de mi esposa y que será de mi hogar”, dice la letra de Lluvia de tus cielos de Rubén, pero yo lo acomodo, que será de la gente, que será de las instituciones, que será del país, si solo un grupito controla los órganos de poder y no necesariamente velan por los intereses de las mayorías. Dudo mucho, que al final del camino quede un bohío donde resguardarse
Hombres y mujeres
La decencia y la honestidad no tienen género, ni siquiera deja la duda. O se es o no sé es. Todos los días con tranque o sin tranque, la gente sale a ganarse la vida en diferentes formas. Hombres y mujeres con diferentes realidades, estamos obligados a trabajar para cumplir con nuestros compromisos. Primariamente con la familia. Lo mínimo que esperamos es tener una tranquilidad social, política y económica. Si tenemos que aportar por solidaridad, equidad o por todo aquello que eleve la dignidad del ser humano, tenemos que hacerlo. Dicho esto, los hombres y mujeres de este país, no estamos dispuesto a soportar que con la bandera de una agenda social politizada, un grupito de miserables decida amargarnos nuestra existencia, que ya se ve asfixiada por la inflación, el desempleo, y charlatanería y demagogia de aquellos se todavía se creen mayorales de la plantación. No confundamos las cosas. Si naciste y tu familia tiene plata…bien. Si con tu trabajo honesto, lograste mejores cosas para tu familia incluyéndote…bien. Pero no me digas que eres rico y saliste más rico o eras limpio y saliste millonario, amenazando, espiando, robando, matando, desapareciendo gente, etc. Hablamos de memoria corta y no vemos la gravedad de lo que pasa aquí y en nuestros países hermanos. Pareciera que hay una ola de regreso de eventos pasados y que solo los hombres y mujeres viejos recordamos. Bueno, será que cada uno tendrá que vivir su propia experiencia
Pueblo
Para los eventos especiales del país, ya sea la celebración anual de la independencia, aniversario de la reversión del Canal, Día del Trabajo, etc, recordamos al pueblo y su esfuerzo, con propaganda bonita y hasta de reflexión. Dice Rubén “… el pueblo que es soberano, el pueblo que nunca olvida…” Aquí no hay pueblo más olvidado que este. No me refiero a hacerle una carretera ( que hacen falta por Quebrada Lastenia, en Barrio Unido, etc), tampoco me refiero en salir corriendo a comprar la sobreproducción de tomates. Me refiero a ser tratados como ciudadanos sin diferencia de categorías. Pudiera entender, aquellos rencores que no han sanado entre los que manejaron la cosa pública antes del 11 de octubre de 1968 y los que ahora la manejan. Pero la gente de este país tiene dignidad. No esa dignidad de la bandera en el Canal. Hablo de dignidad del respeto hacia su voluntad, de la seriedad y responsabilidad que esperamos de aquellos que elegimos, sea cual sea afiliación política, y en la que no hay camino para la humillación.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.